Revista de Prensa


El Club Río Cabe porque si se descuidan «los jabalíes levantan el campo al completo»
Luís Díaz · 8/10/2012

Los tecores se han convertido en la tabla de salvación a la que se aferran cada vez más agricultores para no ver arrasados sus cultivos por las incursiones del jabalí. En los puntos conflictivos del sur lucense, las batidas se suceden desde el verano con el fin de alejar a este animal de viñas, praderías o maizales. Pero la nómina de afectados por su proliferación no se limita ya a los sufridos labradores. Cansados de ver fozado el césped del campo, los responsables del Club de Golf Río Cabe, de Monforte, han solicitado la realización de cacerías a la sociedad cinegética Val de Lemos.«Pedimos una espera [caza al acecho] y estamos pendientes de una segunda. Si nos descuidamos, los jabalíes nos levantan el campo por completo. Como está siempre regado, es un verdadero paraíso para ellos», explica José Ángel Pérez Reñones, presidente del Club de Golf Río Cabe. Las proximidades de los hoyos se libraron por ahora de los destrozos, pero en otros puntos del recorrido son visibles amplias zonas con el césped totalmente levantado. Sortean la vallaLas instalaciones del Club Río Cabe están situadas en la periferia de Monforte, en una zona en la que se alternan casas unifamiliares y terrenos que fueron quedando a monte. El campo linda por un extremo con el cauce del río que da nombre a esta sociedad, lo que propicia el paso de los jabalíes en una época en la que el caudal es muy bajo. El cierre que circunda el recorrido tampoco ha servido de mucho para frenar las incursiones de esta especie en busca de lombrices y otros alimentos. «Levantan la valla para colarse», dice el presidente.

Por tratarse de una zona urbana, no es posible recurrir a las habituales batidas para abatir a los jabalíes. La única posibilidad es organizar esperas, modalidad en la que los cazadores aguardan ocultos a la pieza cerca de los escenarios habituales de sus correrías. Estas cacerías son tramitadas a través de las sociedades cinegéticas y deben contar con la autorización de la Consellería de Medio Ambiente.

En Andalucía, son varios los campos de golf que han pedido en los últimos meses a la Administración medidas excepcionales para hacer frente a los perjuicios ocasionados por los jabalíes. También han surgido problemas por este mismo motivo en instalaciones deportivas de Asturias.