Revista de Prensa


El tecor de Agolada solo abatió un ejemplar - El calor y la marcha del cerdo escapando del lobo motivan el bajo número de muertes
Blanca Paz · 10/10/2013

Las sociedades de caza de la comarca dezana abatieron más de 80 jabalíes desde el inicio de la temporada de batidas que, en algunos casos, comenzó a mediados del pasado mes de agosto, y que se extenderá hasta febrero de 2014. Según cazadores consultados, la cifra es similar a la de otros años, si bien la mayoría coincide en que en esta ocasión la prolongación de las altas temperaturas han jugado en contra.

La Sociedade de Caza e Pesca de Lalín, que inició las batidas el 14 de septiembre, ha capturado 31 ejemplares de cerdo salvaje en sus territorios, cuatro de ellos el último fin de semana. La mitad lleva su homóloga de Silleda. El presidente de gestora, José Antonio Pena, Toxa, cifra en "una quincena" los jabalíes muertos en sus montes. Sostiene que hay "cinco o seis zonas" del territorio especialmente castigadas por la presencia de esta especie que, aunque "hay tendencia a haber un poco más" que otros años, "no es la desmesura que dicen", señala. Pena es uno de los cazadores que alude a cómo el calor está influyendo de modo negativo en las capturas. Y es que debido a las altas temperaturas, los perros que siguen al jabalí pierden el rastro y se cansan mucho más, por lo que merma su efectividad.

Por su parte, la Sociedade de Caza de Vila de Cruces cifra en 17 los cerdos sacrificados desde el pasado 7 de septiembre en que arrancaron la temporada de batidas. El último sábado, el pasado día 5, la cuadrilla de Sabrexo abatió cinco en los montes de la parroquia de Oirós, y el grupo de Os Rufos mató uno en la zona de Duxame. Durante la cacería los tiradores avistaron también hembras con crías, a las que no se puede disparar.

El tecor de Rodeiro inició la temporada a finales de agosto, y desde entonces ha dado muerte a 13 ejemplares en bosques de la zona de Carboentes y Pedroso. Es una cifra similar a la de otros años, según apunta uno de sus miembros.

El tecor de Dozón suma ocho jabalíes capturados desde el primer domingo de septiembre. José Manuel Civeira, uno de sus socios, asegura que "hay menos que otros años", efecto de la reducción de la especie fruto de las batidas de temporadas anteriores. Aunque él no practica la caza de jabalí, en su opinión, "no es una epidemia, lo que ocurre es que uno solo ya hace mucho daño", señala.

En el caso del Tecor Farelo, de Agolada, el recuento es, a día de hoy, mucho menor. Sus cazadores tan solo han capturado una pieza, pese a ser de los primeros de la zona en empezar la temporada, el pasado 17 de agosto. Su presidente, José Manuel Blanco, asegura que el bajo número de sacrificios es "debido a la presencia del lobo", que espanta al jabalí, que "viene a comer y se marcha", sostiene. Blanco denunció hace semanas que incluso los cerdos salvajes sirven de comida para el lobo. De hecho, han aparecido cadáveres comidos y semienterrados que, asegura, han sido presa del lobo. Recuerda que la Xunta se había comprometido a elaborar un estudio sobre la población de estos canes, pero todavía no tiene constancia de que se haya realizado dicho informe.