Revista de Prensa


El nuevo accidente de caza se produjo durante una batida de jabalí
J.V. Lado · 3/11/2013

Un vecino de Cee resultó herido ayer por la tarde en un accidente de caza. Una bala perdida de las que estaba utilizando su cuadrilla en una batida de jabalí le alcanzó en una pierna, por lo que tuvo que ser evacuado al hospital Virxe da Xunqueira, donde ayer por la noche lo estaban sometiendo a una intervención quirúrgica, aunque, según informaron fuentes de emergencias, su vida no corre peligro.

Braulio Torices López, que el pasado 25 de enero cumplió 45 años, estaba cazando con sus compañeros en los montes de Porcar, en la parroquia ceense de Lires. La cuadrilla se encontraba a la espera de que un jabalí saliese de entre la vegetación en la que estaba oculto, y cuando el animal se asomó se produjeron los disparos. Hasta el momento, según explicó el presidente de la entidad que gestiona el tecor, David Cotelo, no saben a ciencia cierta cómo se produjo el impacto, aunque están convencidos de que tuvo que ser un proyectil rebotado el que alcanzó a su compañero.

La bala, siempre según estas fuentes de los equipos de urgencias, le atravesó la pierna, que presenta orificio de entrada y de salida, lo que, a nivel médico, supone un ventaja y, a priori, hace la intervención más sencilla que si el metal hubiese quedado incrustado entre los tejidos. Además, tal como explican, el proyectil no le habría alcanzado ninguna arteria principal, con lo que el resto de los cazadores confían en su pronta recuperación.

Buena parte de los compañeros de Torices seguían ayer por la noche en el hospital a la espera de noticias sobre la evolución del herido. Todos, que en un primer momento creían que tendría que ser trasladado a otro centro sanitario, consideran lo sucedido como un desgraciado accidente y, dentro de la gravedad, están razonablemente aliviados, según explicó el presidente, por que no haya tenido mayores consecuencias.

Gran aficionado

Torices López llegó a Cee de pequeño junto a su padre, que formaba parte de la colonia de trabajadores de Carburos Metálicos trasladados desde Mataporquera (Cantabria). Está instalado en la parroquia de Toba, donde reside con su familia. Además de ser un gran aficionado a la caza, juega un papel activo en la sociedad cinegética, de la que es vocal.