Revista de Prensa


Un año de cárcel para un estafador por arrendar a un grupo de diez cazadores de Vigo un coto en Toledo que no era suyo. Debe indemnizarlos con 20.000 euros
M. Fontán · 8/11/2013

"Nos quedamos sin coto, sin cazar y sin dinero". Así resumía ayer un veterano cazador vigués el fraude del que fueron víctimas él y nueve compañeros con los que comparte afición. El caso llegó al Juzgado de lo Penal número 3, donde el estafador aceptó una condena de un año de cárcel y el abono de una indemnización de 20.000 euros a este grupo de amigos como autor de un delito de apropiación indebida por arrendarles el aprovechamiento cinegético de una finca en Toledo que en realidad no era suya, ya que pese a que logró su adjudicación provisional en una subasta, perdió este derecho después por no hacer frente a los preceptivos pagos.

Todo se remonta a 2010. El condenado, Daniel L.D., que fue trasladado al juzgado desde prisión, logró la adjudicación provisional del aprovechamiento de la finca Balsamañana, situada en el municipio toledano de Castillo de Bayuela. Así, en abril de ese año llegó a un acuerdo con este grupo de diez vigueses para arrendarles el aprovechamiento cinegético del coto por un período de 8 años, procediendo estos cazadores a abonarles la primera anualidad de 15.000 euros. Pero de forma previa a mayo de ese ejercicio, el acusado perdió la adjudicación definitiva del aprovechamiento del terreno por no haber hecho frente a los pagos impuestos -solo abonó 2.000 euros y la cantidad era de 9.000-. Pese a ello, no devolvió a los afectados el dinero que le entregaron.

Estos vigueses van todas las temporadas a cazar y decidieron alquilar el coto. Tres llegaron a visitarlo. "Nos lo enseñó un guarda de la finca", recuerdan, al tiempo que inciden en que el estafador había mostrado "un documento" que decía falsamente que él era "el administrador" del terreno. "Ha sido una mala experiencia", resumían ayer a la salida de los juzgados.