Revista de Prensa


> El cazador se impone en el provincial de caza menor con perro junto a su setter inglés ‘Lúa’
> Lograron capturar dos perdices, gracias a las que sumaron un total de 1.000 puntos
A.R.G. / Xosé Lugrís · 24/11/2008

El cazador Jorge Castro Adán se proclamó campeón del campeonato de Ourense de caza menor con perro participando en la prueba junto a la setter inglés ‘Lúa’. Esta pareja cerró su actuación en la competición capturando dos perdices, con lo que sumaron un total de 1000 puntos que les valió para subir al escalón más alto del podio.

Camilo Pacios Viso se hizo con la segunda posición en la prueba tras cazar una perdiz con la que sumó 500 puntos junto a su pointer ‘Mongui’. Roberto Miguélez se adjudicó la tercera posición, también con 500 puntos, mientras que José Luis Méndez Tesouro, ex campeón de España de caza de becadas, sumó idéntica cantidad y se hizo con la cuarta posición del torneo.

La entrada al control fue determinante en este campeonato ya que otros cazadores se personaron tras la disputa de la prueba con diferentes perchas: un participante llegó con una perdiz, otro con dos codornices u otro con una perdiz y una liebre, que no pudo sumar los puntos de sus capturas debido a que entró demasiado tarde ya que el control estaba cerrado.

La competición se disputó en el tecor ourensano de Sandiás organizado por la delegación en la provincia de la Federación Gallega de Caza con la colaboración de la Sociedad de Cazadores del lugar. La prueba contó con un total de catorce participantes, que vivieron una agradable e intensa jornada cinegética.

La cita comenzó a las 9.00 horas bajo la dirección de José Castro Rivela y la supervisión de José Luis Leites y Manuel Feijóo. El presidente de la sociedad de cazadores de Sandiás, Luis Fernández, también estuvo en la cita como miembro del comité. Aunque en un principio las temperaturas eran bajas, se fueron incrementando a lo largo de la mañana para llegar hasta los 25 grados que marcaba el termómetro a mediodía. Los cazadores que acudieron al campeonato tuvieron que sudar para realizar alguna captura.

Aun así, el campeonato dejó patente que la caza menor no vive su mejor época y el número de animales cazados no fue, ni mucho menos, numeroso. Una vez terminado el recuento, se celebró la tradicional comida de hermandad en el restaurante donde se concentraron los cazadores a primera hora de la mañana. Tras la entrega de trofeos a los ganadores, se clausuró el acto.
 
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