Revista de Prensa


El magistrado llegó a imputar a 25 personas por estos hechos. Todos miembros de organizaciones animalistas de diferentes ciudades españolas. En siete años de instrucción registró sus domicilios, pinchó sus teléfonos e intervino sus correos electrónicos
· 24/6/2015

Una «patente endeblez e inconsistencia». De forma tan contundente y rotunda se ha pronunciado la sección compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña para archivar por falta de pruebas el caso de las sueltas de visones en varias granjas de cría de estos animales que se habían producido en los años 2007 y 2009 en la provincia de A Coruña.

Una de esas sueltas, la del 2007, tuvo lugar en una granja de Bando, en Santiago. Unos 20.000 visones fueron liberados. El caso recayó en el juez José Antonio Vázquez Taín (instructor también del caso Asunta y del Códice Calixtino), que en aquel entonces era titular del juzgado de instrucción número 2 de la capital gallega y para el que la decisión de la Audiencia supone un auténtico varapalo. El magistrado llegó a imputar a 25 personas por estos hechos. Todos miembros de organizaciones animalistas de diferentes ciudades españolas. En siete años de instrucción registró sus domicilios, pinchó sus teléfonos e intervino sus correos electrónicos. El resultado fue nulo. «En contra de lo esperado por quienes solicitaron y acordaron esas diligencias» -señala el auto de la Audiencia- aquellas acciones no proporcionaron «ningún dato que relacione a alguno de los imputados con las sueltas de visones objeto de la investigación», añade.

El tribunal provincial resalta que todo lo que se pudo demostrar en siete largos años de instrucción judicial fue que algunos de los imputados participaron en «actividades de visita y avistamiento de granjas y de lo que se denomina, con expresión de gran amplitud semántica, actos de activismo animal» que, según el auto de archivo del caso, no se pueden vincular con las sueltas de visones en Galicia.

Los pinchazos telefónicos ordenados por Vázquez Taín tampoco aportaron absolutamente nada en contra de los imputados. En una conversación una imputada le dice a otros que pueden contar con ella un fin de semana para «salir de excursión». En otra, se pregunta a otra persona si puede trabajar un fin de semana porque «necesitamos peña».

«La endeblez e inconsistencia de esos indicios (...) es patente», afirma la Audiencia. Lo mismo opinó el fiscal, que fue el que solicitó el archivo de la causa por falta de pruebas, petición que estimó la magistrada que se hizo cargo de la investigación cuando Taín dejó su juzgado en Santiago. La decisión también desestima los argumentos de la Asociación Nacional de Productores de Visón, que se había presentado como acusación particular.