Revista de Prensa


La Guardia Civil muestra en A Coruña un supermercado de escopetas y pistolas
Rodri García · 24/3/2009

Cientos de armas alineadas en varias mesas y decenas de hombres a su alrededor curioseando en el que parecía un supermercado de escopetas, pistolas, revólveres y carabinas. Esta era la imagen del salón de actos de la comandancia de la Guardia Civil de A Coruña durante la mañana de ayer y se repetirá todos los días, de 9 a 14 horas, hasta el jueves. «Mira esta escopeta de cinco tiros, es bonita pero poco práctica; es como el Winchester aquel, que está bien pero para cazar no sirve». Era el comentario ante una de las casi 750 armas que saca a subasta la Guardia Civil. Los precios de salida son de seis euros en aquellas armas que ya han sido subastadas, y ocho si salen por primera vez. «Eu a esta boteille 20 euros; se a collo, ben, e se non, non pasa nada», explicaba otro de los interesados a un colega. Desde la Guardia Civil explican que estas armas proceden de particulares que las han depositado «porque quieren deshacerse de ellas o por caducidad de la licencia; nosotros solo somos intermediarios». De hecho, el dinero de la subasta será para el dueño de cada arma.

Cazadores, policías o tiradores deportivos son los interesados en estas armas, que, como explicaba uno de los agentes a un posible comprador, son «una lotería: si te sale bien tienes una buena escopeta, y sino, no te la llevas, ya está». Y es que las armas se pueden ver, pero no comprobar su funcionamiento, además de por razones de seguridad, porque están atadas con una larga cadena.

«Ten cuidado que ahí puede haber de todo, ¿cómo se puede tener una escopeta así?», indicaba un paisano a su acompañante ante un arma cuya culata estaba deteriorada. «Te pueden hacer una culata de castaño», indicaba un tercero.

Una de las escasísimas mujeres que se acercaron a ver las armas expuestas se paró a curiosear entre las pistolas. En la relación numerada que consultaban los posibles compradores estaban detalladas las marcas, desde las Astra hasta las Star, pasando por las Brno, Domino o Walther. En las escopetas, la vinculación con la caza era clara, con firmas como Jabalí o una pegatina con la inscripción Federación Canaria de Caza. Esta vez «no hay piezas raras», decía uno de los agentes, aunque un coleccionista la encontró: «Mira qué cosa, tiene el percutor cruzado; si estuviera bien, la restauraba».

El día 31 de marzo se abrirán los sobres y las armas no adjudicadas irán a la chatarrería, si ya es la segunda vez que nadie las quiere, o a una nueva subasta dentro de un tiempo.