Revista de Prensa


Los afectados sospechan que no se trató de una gamberrada ni de una agresión planificada

· 8/2/2017

La suelta de las perdices del criadero de la sociedad de caza Val de Lemos en Monforte pudo no haber sido fruto ni de una gamberrada ni de una agresión planificada. La directiva de la asociación de cazadores sospecha, un par de semanas después, que se haya tratado en realidad de un robo. «Esas perdices non van moi lonxe e as que quedaron pola zona das Lamas non coinciden nin de lonxe en número coas que tiñamos no peche», dice el presidente, Manuel Casares.

Los seiscientos metros cuadrados que cubrió con tela metálica la sociedad de caza a modo de criadero albergaban cerca de cuatrocientas perdices. Veinte todavía estaban en el interior del cierre cuando los cazadores comprobaron, el pasado 27 de enero, que alguien había cortado la alambrada. Lo normal es que esas aves, acostumbradas a que las alimenten con pienso, no se alejen mucho del lugar en el que se encontraban. «Levamos bastantes días peiteando a zona e incluso conseguimos recuperar algunhas. A impresión que temos é que alí non están todas as perdices que faltan», dice Casares.

La investigación que abrió la Policía Nacional a raíz de la rotura de la alambrada del criadero de perdices no dio resultados hasta la fecha. Los cazadores están dispuestos a gratificar económicamente a las personas que puedan aportar alguna pista sobre la autoría.