Revista de Prensa


Meaño acogió ayer la celebración del campeonato provincial de caza del zorro, que se disputó en los montes de la localidad y municipios vecinos, como Sanxenxo, Meis, Ribadumia y Vilanova. Finalmente participaron 580 escopetas llegadas de prácticamente toda la provincia, y con ellas se dio caza a 47 ejemplares.
Manuel Méndez · 10/1/2010

Fue una intensa, emocionante y disputada mañana de caza que transcurrió con normalidad y buen ambiente, zanjándose con un multitudinario almuerzo en el polideportivo de Xil. A pesar del frío, las condiciones meteorológicas eran idóneas para la práctica de este deporte, de ahí la satisfacción mostrada tanto por organizadores como por los participantes.

Algunos de los 580 tiradores asistentes, que se distribuyeron en 58 cuadrillas o equipos para peinar las zonas de caza que correspondieron por sorteo a cada uno de los grupos, indicaron que además de los 47 raposos abatidos pudieron ver alrededor de 80 piezas, lo cual, a su juicio, "demuestra la buena salud de esta especie" y su abundancia en los montes de O Salnés.

"Hemos podido comprobar que hay una gran cantidad de zorros y también hemos podido disfrutar de unos paisajes fabulosos", apostillaban al término del campeonato algunos tiradores llegados desde comarcas como Vigo y O Condado que no conocían los terrenos en los que se disputó este torneo.

"Se trata de una zona formidable", presumían tiradores de O Salnés, que consideran que "la comarca puede presumir de sus montes y sus recursos cinegéticos".

Llegados desde O Rosal, Portas, Valga, Catoira, O Grove, Cuntis, Caldas y otros muchos puntos, "pues estaban representadas prácticamente el 90% de las sociedades de caza de la provincia", los tiradores no tuvieron más problema que el surgido con una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil. Al parecer agentes y cazadores tuvieron un "intercambio de impresiones" sobre la zona de seguridad y el espacio que ocupaban algunas escopetas, "pero finalmente todo se solucionó por la vía del diálogo", explica la organización.

Al margen de este contratiempo, que podría terminar en denuncia, decir que no hubo problema alguno con los ecologistas, que rechazan la caza del zorro por considerarla "incívica, anacrónica y peligrosa". Dicen que no hay estudios que avalen una superpoblación de la especie que justifique su matanza.