Revista de Prensa


· 10/10/2010

La presencia de un animal suelto en la carretera puede ser peligroso en cualquier parte pero sobre todo cuando la irrupción se produce en una vía de alta capacidad, donde la velocidad de circulación siempre es más alta y las posibilidades del conductor para frenar o evitar la colisión son muy limitadas. En Ourense, es precisamente la autovía Rías Baixas, A-52, la que presenta el mayor número de accidentes con animales. Desde el mes de enero, la Guardia Civil de Tráfico ha contabilizado un total de 37 registrados en el tramo ourensano de la carretera que comunica la meseta con la costa de Pontevedra. En ninguno de ellos se produjeron daños personales aunque los materiales fueron importantes.

La N-525, otra de las principales vías de comunicación que atraviesa la provincia, en muchos tramos con un trazado paralelo al de la autovía, también ha registrado un alto número de accidentes de este tipo. Hasta julio han sido 31 los choques contabilizados.

Importante es, asimismo, la incidencia en carreteras secundaria o incluso locales.

Noviembre, problemático

Y si los datos de los siete primeros meses del año ya son preocupantes, se espera que con la llegada de la temporada de caza el número de accidentes pueda incluso incrementarse. Sin ir más lejos, en noviembre del año pasado llegaron a registrarse hasta 64 colisiones, provocadas en su mayor parte por jabalíes o corzos que cruzaban la calzada.