Revista de Prensa


La acción salpica a la Xunta, que tiene pendiente de pago las del 2010
Pablo Viz · 6/5/2011

Los períodos de campaña electoral aproximan más a los políticos a las demandas ciudadanas. Si además coincide que arrancó la campaña del maíz forrajero y el jabalí empezó a destrozar tierras y cultivos, la conexión total está servida.

Ayer el Concello de Lalín, a través de su edil de Actividade Agraria, Manuel Fernández, puso al Concello a abanderar esta lucha permanente del ganadero frente a los daños del jabalí ofreciendo la Oficina Agraria Municipal a los ganaderos para censar y tramitar las denuncias y hacer las reclamaciones de indemnización.

Elevar las solicitudes

Sale salpicada en esta propuesta municipal del gobierno del PP la Consellería de Medio Rural también dirigida por el gobierno del PP porque la canalización de reclamaciones vía municipal pueden multiplicar las solicitudes y lo que, a priori, es lo que sería razonable, que se conozcan todos los daños para indemnizarlos, en realidad es que no cuadra políticamente en esa loable dirección porque existen datos concretos que hablan en otra dirección, la Consellería de Medio Rural tiene pendiente el pago de indemnizaciones por este tipo de daños al menos correspondientes al pasado año 2010 y, en casos, también del año 2009.

Conselleiro para ministro

Con este dato, lo que realmente hace Lalín tiene más lecturas. Las carencias económicas, y en ese marco la patata caliente que son las indemnizaciones pendientes, se le van a multiplicar a la Xunta. Salvo claro que la «tramitación de reclamaciones» tenga el horizonte puntual, del 22 de mayo.

La acción choca políticamente con el discurso, en el acto electoral sectorial que el miércoles realizó el alcalde José Crespo, cuando destacaba el papel del conselleiro y que había que cuidarlo porque lo situaba ya como futurible ministro en el futurible gobierno del PP en Madrid.

Paso a más reivindicaciones

Encabezar una reivindicación de este tipo a nivel municipal abre camino a ordenar las reivindicaciones sectoriales.

El sector quiere primero cobrar los atrasos, luego cobrar los actuales daños denunciados y, en tercer lugar, pero superpuesto a ambos, que las indemnizaciones se ajusten a la realidad del mercado agroganadero, que compensen a los productores en una justa medida, dado que actualmente consideran que se queda bastante corta la indemnización respecto a los daños registrados. De momento, la campaña del maíz aún está empezando.