La situación del sector forestal preocupa a los propietarios de montes, a las industrias y a la Administración. Pero también a los transportistas, los mecánicos que reparan tractores, a quienes venden gasolina al agricultor y a un largo etcétera de vecinos del rural gallego para los que el monte y la producción de madera hace que la crisis sea menos dolorosa. Así lo asegura el presidente de la organización de silvicultores Silvanus, Antonio de María Angulo, cuando todo el sector está pendiente del OK parlamentario a la Ley de Montes gallega, que podría estar en vigor en primavera o verano.
¿Tiene esta nueva ley, a punto de entrar ya en el Parlamento, el apoyo suficiente del sector?
Me consta que para su elaboración se habló con la mayoría del sector, se contemplaron muchas alegaciones y se rectificaron cosas. En el último Consello forestal hubo 27 asociaciones particulares que estuvieron de acuerdo con la ley, entre ellas algunas tan dispares como la del caballo, la de la caza o las de propietarios forestales, mientras que sólo hubo tres voces disonantes.
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