Revista de Prensa


El sector cinegético rechaza "la alarma innecesaria e injustificada" de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), que aconseja a niños y embarazadas en un informe no comer carne cazada con plomo, justo cuando estos operadores están inmersos en una campaña de promoción del consumo.
· 8/5/2012

El sector cinegético rechaza "la alarma innecesaria e injustificada" de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), que aconseja a niños y embarazadas en un informe no comer carne cazada con plomo, justo cuando estos operadores están inmersos en una campaña de promoción del consumo.

Así lo han explicado a Efeagro fuentes del sector cinegético -en respuesta a este informe de la Aesan aprobado el 22 de febrero-, quienes llaman a la tranquilidad a los consumidores sobre la mayor seguridad que ofrecen estos productos respecto a otros alimentos.

Los niños menores de seis años, las mujeres embarazadas o aquellas que planeen quedarse en estado no deben consumir carne procedente de animales cazados con munición de plomo, porque este metal afecta al sistema nervioso central en desarrollo, dice un informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), dependiente de Sanidad.

"La neurotoxicidad asociada al plomo en adultos afecta al procesado de información, causa síntomas psiquiátricos y perjudica la destreza manual", puntualiza el texto suscrito por una veintena de científicos, que alega que la toxicidad del material afecta en mayor grado a los cerebros en desarrollo.

El sector cinegético teme ahora un perjuicio económico para esta actividad, que genera entre 3.000 y 4.000 millones de euros al año en España -entre facturación por la venta de carnes y las actividades auxiliares como la taxidermia, vigilancia y control de la actividad cinegética o la alimentación de piezas cinegéticas- y más de 10.000 empleos. v El gerente de la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (Asiccaza), Jaime Hurtado, ha criticado en declaraciones a Efeagro el informe por "exagerado y fuera de lugar" y recuerda que la carne pasa por un proceso de detección de metales en la industria para evitar que contenga plomo o la punta de un cuchillo, por ejemplo.

"Todas las carnes de caza que están a disposición de los consumidores estás analizadas. Hay una total seguridad alimentaria, por lo que hay que transmitir tranquilidad al consumidor", ha declarado Hurtado, quien recuerda que la misma Aesan reconoce en su informe que "no hay estudios suficientes para avalar con certeza" su recomendación contraria al consumo de carne cazada con plomo. La divulgación del informe de la Agencia estatal ha coincido en plena participación de las empresas cinegéticas en la IV edición de España Original, la feria nacional de las Denominaciones de Origen y otros productos agroalimentarios de calidad que se celebra en Ciudad Real, donde promocionan el consumo del alimento.

Esta tarde, el sector aprovechará este foro para estudiar la situación y decidirán en Asamblea de qué manera pueden actuar, si bien desde la Interprofesional aclaran que "no nos preocuparemos en exceso porque la información de la Aesan se cae por su propio peso".

Según datos de esta organización, que adhiere a 30 salas de despiece de la industria cárnica y a las asociaciones Aproca, Asaja, Federación Española de Caza y Apica, en España se comercializan al año entre 300.000 y 400.000 canales de caza mayor de 32.000 cotos -ciervo y jabalí, seguidos a gran distancia por corzo y gamo-, a lo que se suman especies menores, como perdices, conejos y liebres.

Por su parte, el secretario general de la Real Federación Española de Caza (RFEC), Santiago Ballesteros, ha pedido en declaraciones a Efeagro que "no se cree una alarma injustificada" y llama a la "prudencia" y a la "serenidad".

"No es un problema real ni grave porque se come habitualmente carne de caza y no hay gente intoxicada por ahí", insiste Ballesteros, quien aclara que el consumidor cuenta con un producto "natural y ecológico" frente a los procedentes de ganado hacinado en explotaciones intensivas y sometidos a muchos medicamentos.

De igual modo, ha criticado que la Aesan haya dado a conocer una recomendación sin previo aviso y "sin haber dado participación en su estudio" a un sector que cuenta con una interprofesional y que actualmente intenta promocionar el consumo de la carne de caza.

Según los datos de esta entidad, en España se capturan 350.000 reses al año de especies de caza mayor, a los que se suman otras menores como el conejo -7 millones de piezas más-.

Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía figuran como principales comunidades cinegéticas, donde ha surgido un amplio tejido industrial con salas de despiece encargadas de la recogida, manufacturación y distribución de este producto y dos núcleos principales de empresas en Toledo y Ciudad Real, seguidos de Madrid, Valencia y Castilla y León, según datos del sector.

El secretario general de la Federación Española de Hostelería, Emilio Gallego, ha considerado poco relevante para los bares y restaurantes las conclusiones de este informe de la Aesan ya que la oferta de carne denominada de caza de sus cartas procede en su totalidad de cotos controlados, granjas y criaderos autorizados.

"La carne de caza que se ofrece en los restaurantes y bares de España tiene una trazabilidad desde su origen hasta el matadero", ha explicado Gallego, quien ha criticado el "alarmismo injustificado" que ha provocado dicha recomendación, "vinculada sobre todo a las fiestas que se celebran en las monterías".