La intensiva campaña del Concello de Vigo destinada a perseguir y multar a los dueños de perros que los sueltan en los parques públicos ha logrado la unión entre los ciudadanos vigueses que tienen mascotas y el apoyo de muchos otros. A principios de mayo surgió la iniciativa de recoger firmas con el objetivo de solicitar al Ayuntamiento la creación de una zona para poder soltar a los animales. Y ya pasan de las 1.900 rúbricas.

Ahora se suma un acto simbólico, colocar lazos verdes a los perros, y lazos del mismo color en las solapas de los dueños y simpatizantes con la petición. Esta idea coincide con la manifestación que se celebra hoy en Vigo. La marcha convocada por la asociación Perrikus a la que se han ido sumando otros colectivos, se celebra el segundo domingo de cada mes contra el maltrato animal. Nació como una forma de protesta a favor de los perros de caza, sobre todo los galgos, y contra los cazadores que se deshacen de ellos de forma poco humanitaria cuando ya no les sirven. También llevarán perros abandonados, que portarán un pañuelo al cuello, recogidos en distintas protectoras, que podrán ser adoptados. Ahora este paseo mensual toma el testigo a favor también de otras causas relacionadas con la vida animal. «Que en Vigo los perros no tengan un espacio donde correr también es una forma de maltrato», manifiesta una de las afectadas.

La marcha que tiene lugar hoy, domingo, con el lema ¡Queremos zonas para perros!, se inicia a las 11.30 horas en la Plaza de América para salir a las 12 y recorrer la Avenida de Castelao hasta el parque del nuevo barrio de Navia.

«En realidad, lo que queremos es que se cumpla la normativa, ni más, ni menos», dicen. Y la ordenanza municipal, en el apartado 2, artículo 11, dice que la autoridad municipal «fijará los horarios y espacios de esparcimiento para animales en los que podrán circular libremente y sueltos acompañados por su propietario/a».

Algunos dueños de perros piensan incluso que habilitar ciertas horas del día en los parques de la ciudad «es mejor solución que un gueto para canes». Por otra parte, tienen muy claro que el problema de la recogida de deposiciones, que fue por lo que empezó la campaña de multas, es una cuestión de educación y una mala costumbre punible. «Lo que ocurre es que hay mucha gente que tiene animales y no debería, porque hay que ser cívicos y saber convivir. Los maleducados no son los perros», apuntan. En todas las grandes ciudades de Galicia se han habilitado en los últimos años zonas para el esparcimiento animal.