La Asociación Coordinadora de Protectoras de Pontevedra (Acopo) ha instado a la Administración autonómica a que "no ceda" a las "presiones" de los colectivos de ganaderos y cazadores que solicitan la aprobación de medidas como la caza en zonas vedadas y el incremento del número de batidas de jabalí y lobo.

A través de un comunicado, Acopo ha mostrado su "rotunda oposición" al aumento del territorio dedicado a la caza en Galicia --actualmente superior al 80 por ciento--, pues lo considera una "auténtica limitación" para los usuarios de los montes que no son cazadores.

Por otro lado, la asociación ha advertido de que diversos colectivos "disfrazan" la pretensión de estas medidas bajo un interés por la salvaguardia de las cosechas, al relacionar al lobo "con el fin de la ganadería".

En contraposición a la postura de ganaderos y cazadores, las protectoras pontevedresas aseguran que los daños realizados por el lobo sobre la cabaña de cosechas representan el 0,1 por ciento de los perjuicios y que, además, son "compensados" con dinero público.

Es por ello, que la asociación pide a la Xunta que apueste por medidas preventivas --como pastores eléctricos, vallados y mastines--, ya que se trata de iniciativas subvencionadas por la propia Administración autonómica, según señala el comunicado remitido.

EL CASO DE A ESTRADA

En relación a la prevención, Acopo ha subrayado los casos de los municipios de A Estrada y Cerdedo, pues, según indican, sus respectivos planes de gestión del lobo las señalan como áreas de especial relevancia para la aplicación de este tipo de medidas.

"Esta zona será prioritaria a la hora de aplicar y fomentar medidas de prevención de daños, así como para el fomento de las poblaciones de ungulados silvestres que pueda disminuir el impacto de la predación del lobo sobre la ganadería", según recoge el fragmento del plan adjuntado por la asociación.