El próximo día 19 (NOTA: data correxida pola web da FGC), se iniciará la campaña de caza menor y las previsiones de los cazadores son excelentes. "Se espera que sea una de las mejores temporadas de las últimas décadas", señalaba ayer Javier Nogueira, un portavoz de los cazadores gallegos.
Las federaciones gallegas barajan que cerca de 60.000 cazadores saldrán al monte en busca, especialmente, de conejo, cuya población es "superior" a la de años anteriores. En Galicia, "parece que las poblaciones se encuentran en mejor situación que en años anteriores tras recuperarse el territorio de la ola de incendios de 2006", añade Nogueira.
El único pero para la expansión del conejo lo ha protagonizado la mortalidad causada por dos dolencias, principalmente: neumonía hemorrágico vírica y mixomatosis (tumores en mucosidades).

Escasez de perdices
Tras el conejo, la segunda especie más codiciada en la temporada de caza menor que empieza el día 12 es la perdiz con poblaciones estancadas respecto a años anteriores. Si bien la temporada de caza menor se iniciará dentro de ocho días, el periodo de capturas de caza mayor sigue abierto tras comenzar el pasado mes de agosto logrando "buenos" resultados. "Está marchando bien ya que la población de jabalí no se ha visto afectada demasiado por los incendios y sigue con una salud fuerte. Cada vez hay más y cada vez abarcan más terreno", explica el portavoz de los cazadores gallegos.
El incremento de individuos no se ha registrado sólo en esta especie de caza menor. Según los datos facilitados por el colectivo de cazadores, el corzo se encuentra en la comunidad gallega "en plena expansión". Nogueira incluso asegura que la provincia de Lugo es la que registra el mayor número de estos animales de toda España cuando tradicionalmente Soria y Burgos -en este orden- eran las que contaban con las mayores poblaciones.
A juicio de este cazador, miembro también de la Federación Gallega de Caza así como de la española, el incremento de ejemplares en Lugo se ha debido a que "las explotaciones de frondosas son cada vez más abundantes, por lo tanto, el hábitat es cada vez mejor". Como explicación del repunte del corzo, Nogueira destaca también "la gestión cinegética realizada por los cazadores. Se ha efectuado con mucha responsabilidad".

El efecto de repoblar
Nogueira apunta también a la gestión cinegética realizada por los cazadores el repunte del conejo en zonas que dos años atrás habían sido arrasadas por los incendios y donde se realizaron repoblaciones. Como conclusión, el portavoz de los cazadores gallegos recalca el cambio de mentalidad habido en el colectivo. Javier Nogueira explica que "en el siglo XXI, no hay caza sin gestión. La idea de salir al monte a capturar sin gestionar, ha quedado atrás. La nueva filosofía de los cazadores es gestionar para cazar". Repunte de los aficionados El número de cazadores en Galicia se redujo en los últimos 15 años entre un 20 y un 30%, según los datos del colectivo que asegura que "en los últimos tres años, la cifra parece estable y que incluso en 2007 se registró un repunte", notándose un trasvase de cazadores de caza menor a caza mayor.

Demandas de los ecologistas
A contados días del inicio de la nueva temporada de caza, los ecologistas demandan más regulación y seguridad así como que los cazadores realicen un cumplimiento mayoritario de las buenas prácticas. Según informa Efe, el único representante del movimiento ecologista en el Comité Galego de Caza (CGC), Martiño Fiz, de Adega, denuncia que no se realizan controles de alcoholemia a los cazadores en las zonas de caza donde existe incluso peligro para los paseantes. "Todo el mundo sabe -explica Martiño Fiz- que es práctica habitual beber alcohol y después ponerse a cazar".
El ecologista critica también que se pueda disparar a especies protegidas y que, a 10 días de la campaña, no se han delimitado los humedales en que no se debe emplear munición de plomo.
Frente a estas declaraciones, el presidente de la Federación Galega de Caza, José María Gómez Cortón, explica que la seguridad es su primera preocupación y que sólo se produce un accidente mortal por año, lo que considera "demasiado".