La incursión más reciente del cerdo salvaje en una finca ha sido en una parcela de O Salto (Rodeiro). Su dueño ha notificado daños en 0,2 hectáreas, casi la mitad del total de la finca.
Aunque las batidas están ayudando a reducir considerablemente la población de jabalí, Unións Agrarias anima a la Xunta a modificar los trámites burocráticos para controlar esta especie. Hasta ahora, los cazadores solo pueden abatir jabalí en su coto, de modo que si cambia de éste o de municipio, no pueden matarlo. Esta medida perjudica a a lugares como Casardixo, Faílde o Casares, limítrofe con el concello lucense de Antas de Ulla. Unións recuerda al gobierno autonómico que el problema del jabalí "sigue activo, porque este animal no hace parones invernales". |