El Servicio de Protección da Natureza de la Guardia Civil tramitó a lo largo del pasado año un total de 420 denuncias, levantó 107 actas y realizó un total de 92 informes. Los agentes realizaron un atestado sobre especies protegidas y detuvieron a una persona acusada de un supuesto delito de maltrato de animales hasta causarles la muerte.
De las denuncias cursadas durante el 2008 el número más elevado, un total de 85 y 19 informes estaban relacionadas con residuos urbanos. 68 de ellas estaban relacionadas con infracciones de leyes sanitarias. Estos mismos motivos originaron la detención de un ganadero que dejó de alimentar a los animales de la granja lo que ocasionó la muerte de muchos de ellos y 48 actas.
Según la estadística elaborada por el Seprona, cuyos datos han sido facilitados por la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, el pasado año se tramitaron 30 denuncias relacionadas con incendios forestales y se elaboraron nueve informes sobre la misma materia. Treinta fueron también las denuncias cursadas sobre residuos peligrosos, el mismo tema que originó cuatro actas y un informe.
Los agentes tramitaron trece denuncias de caza, dos relacionadas con pesca continental y otras dos con pesca marítima. Las denuncias por infracciones de la ley de minas fueron 32, a las que se añaden 34 informes y 17 actas. Ocho denuncias estuvieron relacionadas con acampadas y dieciocho con infracciones relacionadas con bosques y montes.
Los perros peligrosos, cuya presencia es denunciada a menudo por los vecinos originaron 22 denuncias de agentes del Seprona cursadas a lo largo de todo el año pasado.
En la estadística figuran también 39 denuncias por temas de aguas continentales, entre ellas muchas de ellas por vertidos a los ríos, en algunos casos procedentes de obras como las del AVE y que se produjeron con frecuencia durante el 2008.
Las infracciones por contaminación atmosférica fueron seis que dieron origen a otras tantas denuncias, a las que hay que sumar tres informes.
Los agentes del Seprona levantaron un acta por una supuesta infracción contra el convenio CITES que regula el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres. En este caso se trató de una inspección a un circo y el acta se levantó al no disponer en ese momento las personas que se encontraban allí la documentación de algunos de los animales. Una cuestión que luego fue subsanada a las pocas horas.
Las denuncias por infracciones al reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas fueron quince, a lo que hay que añadir diez informes por el mismo asunto.
Al mismo tiempo se cursaron tres denuncias en relación con especies protegidas y se elaboraron cuatro actas y un informe. Los agentes recuperaron dos lechuzas comunes, un azor, dos cárabos, dos mochuelos comunes, un corzo, un gavilán y dos víboras hocicudas.
El Seprona de Deza y Tabeirós decomisó siete jilgueros comunes. El acta por una supuesta infracción del convenio Cites incluía varios animales. Estos eran una tortuga boba, un tigre, un guepardo, un elefante, un mandril, doce leones y un hipopótamo. |
