Ese es, aproximadamente, el retrato robot que se desprende del Estudio socioeconómico sobre a caza e o perfil do cazador en Galicia , presentado ayer en Compostela y que ha sido elaborado por la Federación Galega de Caza.
José María Gómez, presidente de la organización, explicó ayer que esta fotografía es indispensable para conocer el impacto real que tiene esta actividad en la comunidad gallega, en aras de diseñar estrategias de políticas públicas que sean acordes a su relevancia.
La caza es un deporte que goza en Galicia de una gran fuerza entre las personas mayores, a diferencia de otras actividades que requieren una mejor forma física. De hecho, casi el 15% de las personas que la practican tienen más de 65 años.
También se trata de un deporte que cuenta con una elevada participación y aceptación en el medio rural, donde residen el 72,4 % de las personas que lo practican, unas 54.186 en toda la comunidad, según el referido estudio. La gran mayoría de ellos carecen de formación superior (universitaria).
Los datos también revelan que más de la mitad de los cazadores gallegos (el 56,6%) declaran que practican esta actividad por tradición familiar y que tanto sus allegados directos como su entorno de amigos están de acuerdo con la caza.
Un gasto de 1.700 euros al año
Este deporte, además, se ha configurado como una actividad económicamente relevante en el medio rural. El cazador gallego gasta una media de 1.700 euros anuales y se provisiona de material en tiendas especializadas de su entorno, lo que genera un movimiento económico muy disperso a lo largo de todo el territorio gallego.
Según los datos que se incluyen en el estudio divulgado ayer por la Federación Galega de Caza, esta actividad genera un volumen de negocio directo e indirecto de 94,5 millones de euros, de los que 20 millones se corresponden con gastos realizados en otras comunidades autónomas.
«Este estudio supone una buena herramienta para saber cómo podemos atraer nuevos cazadores a esta comunidad; pese a las críticas que recibe la caza, difícilmente puede entenderse el mundo rural gallego sin ella; los cazadores también podemos asesorar a la Xunta sobre dónde puede desbrozarse el monte y reducirse los incendios, esa es una propuesta que le hemos trasladado ya al director xeral de Montes», aseguró ayer José María Gómez, presidente de la Federación Galega de Caza. |
