Cada año, los ataques de lobo causan la muerte de unas 400 reses domésticas en la comarca dezana, según los cálculos de la Federación Rural Galega (Fruga). Esta entidad, que se creó a finales de noviembre del año pasado, denuncia que, "lonxe de enfrontar o problema, a Consellería do Medio rural reduce significativamente a contía das axudas destinadas a previr estes danos" de animales salvajes, que en el caso de ataques de lobo se reducen a 127.824 euros.

Además del recorte de subvenciones, la Fruga también censura que se privatice este servicio público de ayudas por daños causados por alimañas, "algo que roza o esperpéntico se non fora porque o que está en xogo é a economía das explotacións da nosa comarca e a súa viabilidade". El colectivo, además, critica el funcionamiento del teléfono de atención a ataques de jabalí (900 186 186), "que a día de hoxe non hai quen o atenda, o que obriga ao afectado a buscarse a vida chamando a outros servizos" para solicitar la valoración de los daños y pedir así una indemnización.

Ante esta situación, la Federación Rural Galega pide a la administración de la Xunta que trabaje en tres direcciones. la primera pasa por informar de las zonas que son susceptibles de sufrir daños por lobo o jabalí, así como de los métodos de prevención y de las ayudas para subsanar los destrozos. En este sentido, recomienda que las partidas presupuestarias deberían estar suficientemente dotadas para cubrir todas las solicitudes, "algo que non está a suceder", resalta la asociación.

En segundo lugar, sería precisa la aplicación "real" del Plano de Xestión do Lobo en Galicia, para permitir que se controlase la población de esta especie, recuperando su hábitat sobre todo lejos de la actividad humana y, si fuese preciso, permitiendo batidas en zonas donde se detecte superpoblación –actualmente, están prohibidas–. Por última, la Fruga demanda una indemnización compensatoria de los daños, ya que "non é de recibo que sexan os gandeiros quen manteñan do seu peto esta especie para o disfrute do conxunto da sociedade, algo que, co actual sistema de xestión e os escasos orzamentos, non está para nada garantido".

Por todo ello, el colectivo está recogiendo firmas y planificando una serie de asambleas para trasladar a Medio Rural el "malestar e desprotección manifesta dos gandeiros da comarca" ante este problema económico y social de la convivencia entre el hombre y el lobo.