En las instalaciones de la protectora de Carballo no cabe ni un animal más. El recinto de Bértoa está desbordado, y la presidenta de la Asociación de Amigos de los Perros, Araceli Vila, también. La causa es que la cifra de abandonos se ha multiplicado en los últimos tiempos. Jesús Pereira, el encargado de la perrera municipal, considera que, sobre todo, desde hace seis meses, y Araceli Vila añade que incluso desde hace un año.

Desde octubre del año pasado han llegado a los dos refugios del municipio carballés, entre los que existe una estrecha colaboración, más de sesenta animales, y en ese mismo período de tiempo solo se han registrado diez adopciones. La mayor parte de los canes son mestizos y de caza, y casi todos son adultos, si bien en ocasiones la protectora se ha hecho cargo de camadas enteras. Es raro que llegue un ejemplar con pedigrí, y cuando lo hace es porque se ha escapado. En estos casos, el proceso se acorta, porque este tipo de perros suelen llevar el microchip, lo que facilita la localización de sus propietarios.

El servicio municipal se activa casi siempre a raíz de una alerta. «Os veciños chaman ao Concello cando ven un can abandoado e, se é necesario, faise unha batida para collelo. Pero o normal é que os apresen os propios veciños e que só teñamos que ir recollelos», explica Jesús Pereira. Ningún animal sale de la perrera para ser dado en adopción sin el microchip, que, por otro lado, es una obligación recogida en la ordenanza municipal.

Muchas personas llaman directamente a la protectora. «Algunas personas que estamos para recoger los perros en las casas, y no es así. Como no se recogen, salvo en casos muy excepcionales, los abandonan», explica Araceli Vila. La presidenta de la asociación comentó, a modo de ejemplo, que el último domingo de feria apareció un cachorro de unos veinte días de vida en una caja, en plena plaza. Además, no solo son vecinos de Carballo quienes recurren al servicio, sino que cada vez llegan más llamadas de fuera de la comarca. En la perrera municipal han constatado abandonos de animales procedentes de otros concellos en los que carecen de este servicio.

Araceli Vila insiste en que son «muchísimos» los casos de abandono. Desde su punto de vista, esta situación no tiene nada que ver con la crisis, «porque si no le puedes dar un pienso determinado compras el de marca blanca». Simplemente, cree, la gente se cansa de las mascotas «y quiere deshacerse de ellas». La presidenta de la Asociación de Amigos de los Perros incide en el hecho de que buena parte de los animales llegan al refugio de Bértoa «en un estado lamentable». La protectora hace los esfuerzos necesarios para sacarlos adelante, «porque hay que darles una oportunidad de recuperación», pero siempre hay casos en los que no queda más remedio que sacrificarlos.

Desde ambas instalaciones hacen un llamamiento a la población para que adopte. Los interesados pueden informarse en www.protectoracarballo.com o en el 679 307 272.