Así, en el kilómetro 548, un turismo atropelló el domingo por la mañana a un corzo cuando viajaba en sentido Madrid. El buen estado de las vallas que flanquean la autovía podría hacer pensar que el animal accedió por el cruce de Montesalgueiro, situado a menos de un kilómetro del lugar del accidente, en el que ninguno de los ocupantes resultó herido. Pasados varios minutos de la medianoche del domingo, los viajeros de un monovolumen se llevaron un gran susto al colisionar contra un jabalí en el kilómetro 545 de la A-6, y provocaron solamente daños materiales.

El presidente de la Federación Gallega de Caza, José María Gómez Cortón, avisa de que «o pico máis grande de incidentes de corzos nas estradas prodúcese entre os meses de abril e xuño». La explicación está en el inicio del celo de los machos.

«Os adultos botan aos máis novos dos seus territorios, por iso moitas veces aparecen no medio das estradas e autoestradas», añade Gómez Cortón. Si bien en condiciones normales un corzo nunca salta las vallas de las autovías, «cando se ve ameazado por cans ou outros corzos esa barreira non lle supón ningún problema». Como dato estadístico, en los meses de primavera el número de accidentes se multiplica por cuatro con respecto al resto del año. Con relación a los jabalíes, estos entran «por curiosidade» levantando la valla con la ayuda de sus fuertes hocicos.

Además de en la A-6, el pasado domingo el municipio de Oza dos Ríos registró otro accidente a causa de un corzo, igual que en la N-VI a la altura de Guísamo (Bergondo), concretamente en el kilómetro 578. Ese mismo día en la CP-6121 de Cariño un jabalí fue atropellado por un turismo, también sin daños personales. En el caso de los jabalíes, la Federación Gallega de Caza acostumbra a conceder, en consenso con la Xunta, un mayor número de batidas cuando la población de jabalíes alcanza cotas insostenibles.