Apenas hay novedades. Con carácter general, queda prohibido el ejercicio de todo tipo de caza en las islas Sisargas y en las marismas de Baldaio. En este caso, con los siguientes límites: el mar; el camino de Rebordelos a Santa Mariña, pasando por Igrexa, Castrillón, Outeiro, Cambre y Arnados, por el sur; la pista desde la playa de Pedra do Sal hasta Rebordelos, por el este, y l vía de Santa Mariña a la Punta do Pazo, por el oeste.

También está prohibida en la ensenada de A Insua, en Ponteceso, con los siguientes límites: por el norte, el camino de Punta Balarés a Cospindo, continuando por la carretera de Corme a Ponteceso, en la carretera de Ponteceso a Buño; por el sur, en la vía de Ponteceso a Laxe, hasta Canduas; por el este, el camino en el camino que accede desde la carretera de Ponteceso a Buño hasta el río Anllóns, continuando por el este, hasta Anllóns de Arriba; y por el oeste, la línea que une Canduas, Punta Padrón y Punta Balarés.

La prohibición de cazar se mantiene en la la laguna de Traba, en Laxe. Los límites son los que marcan, por el este y el sur, la punta de Arnado, siguiendo por el camino en parte, hasta enlazar con la última pista de concentración parcelaria que discurre paralela a la laguna en dirección a Cernado, y por el oeste, la pista asfaltada que une Mórdomo con la carretera comarcal entre Laxe y A Ponte do Porto.

En Cerceda y Tordoia estará prohibido cazar en la parte territorial anexa al embalse de Vilagudín. En Cerceda, además, lo que le corresponde de Vilasenín.

Con carácter particular, también estará prohibida la caza en los lugares que determinen las 22 sociedades cinegéticas (Tecores) que hay en la Costa da Morte, en los respectivos terrenos que gestionan, y a las que están adscritos unos 2.600 cazadores-socios en los 16 municipios de la zona