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Doce perros mueren envenenados en el primer día de caza en el coto de Marín
Los afectados apuntan a la estricnina como la sustancia que pudo provocar un suceso «intencionado»
| Chelo Lago · 22/10/2007

Era un día esperado con mucha ansia por los cazadores, que llevan preparando la temporada durante todo el año para disfrutar de dos meses de su deporte favorito, la caza. Pero la alegría se tornó en desolación a las primeras de cambio. Sobre las nueve de la mañana, en el coto de Marín, de la Sociedad de Caza de Marín-Moaña, empezó a cundir la alarma. Un perro murió casi al instante, y luego otro. En total, según los datos facilitados por la directiva de la sociedad, perecieron 11 perros que estaban cazando. El cadáver de uno más apareció en la perrera de su dueño, cuando éste fue a recogerlo para la jornada, después de estar entrenando ayer por la tarde en la misma zona.

Además, otros cuatro canes no volvieron con sus dueños, por lo que sospechan que también estén muertos en el monte. Todo apunta a que un potente veneno, posiblemente la estricnina, sea la causante del envenenamiento masivo, que entienden intencionado. Lo que no saben es quién pudo utilizarlo, pero hacen un llamamiento a todas las personas que hayan podido ver algún hecho extraño para que lo denuncien al Seprona y ayuden a esclarecer los sucesos.

Zonas concretas

Aunque al principio los cazadores creían que las muertes se estaban produciendo por todo el coto, que comprende montes de los municipios de Marín, Moaña y Pontevedra, el envenenamiento se produjo en dos zonas concretas: la conocida como Caixa de Augas, y en el campo de tiro de Cotorredondo, al lado del lago de Castiñeiras, ambas pertenecientes al primero de los ayuntamientos citados.

Está claro que la muerte ocurrió por envenenamiento y la estricnina parece la sustancia más probable, según los afectados. También el guarda forestal y los miembros del Seprona, que acudieron a levantar acta, apuntaron a esa posibilidad.

José fue testigo directo. Tuvo la suerte de que ninguno de sus canes fuese víctima, pues estaban junto a él cuando los cazadores empezaron a avisar de lo que estaba pasando. «Tiene que ser un veneno súper rápido -comentó- porque la muerte fue casi inmediata, no como otras veces que el animal dura uno o dos días».

Menos suerte tuvo Armindo Garrido González, un veterano cazador de Marín, nativo de Ponte Caldelas, que lleva saliendo al monte más de 50 años. Hoy lo hizo con cuatro de sus perros y volvió con uno menos. En cuanto le murió el can, enseguida llamó a los demás y pudo salvarlos. También apuesta por la ingesta de estricnina como causa probable de la muerte de los animales, que «quedaron tesos, con un pouco de sangue polo nariz». «Levo toda a vida na caza e nunca vin cousa igoal -añade-. Cheguei sobre as oito da mañá e xa estaban moitos compañeiros, pero aínda non pasara nada, polo menos nesta zona. Logo, repartímonos polo monte e xa apareceu o primeiro morto. Penso que pode haber algúns máis, pois teño compañeiros aos que lles faltan cans, e pode que estean mortos polo medio da maleza».

Luego vino la espera a que miembros del Seprona llegaran a la zona, donde levantaron acta del suceso. «No se llevaron muestras ni nada», criticaron algunos afectados, que lamentaban con gran pesar la pérdida de sus perros de caza.



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