Las manadas de jabalíes están causando cuantiosos daños en fincas de la zona de Castro de Rei de Lemos en el Concello de Paradela, en concreto en las que trabajan agricultores de las parroquias de Cerxedo, Mide y Rañadoiro. Los animales, procedentes de la reserva de caza próxima a estos lugares entran continuamente en fincas de la zona y han causado daños de consideración en cerca de cincuenta hectáreas de terreno, dejándolas inutilizadas para su aprovechamiento en pastoreo o siega.

La oficina comarcal de Unións Agrarias recibió las quejas y se puso en contacto de manera inmediata con los representantes de la Sociedad de Caza Pena Veitueira con el objetivo de solicitar medidas inmediatas de caza que reduzcan la presión de las manadas de jabalíes sobre las explotaciones.

Las propiedades afectadas necesitarán nuevas labores de sembrado y laboreos superficiales, lo que supone un gasto mínimo de 250 euros por hectárea. Un dato que preocupa en gran medida a los agricultores es que si no logran frenar la intensidad de los ataques, la campaña de la siembra del maíz puede sufrir daños considerables. El pasado año ya hubo problemas, que temen que en esta ocasión se incrementen.

Batidas

El secretario de UUAA, Miguel Tomé, se puso en contacto con la sociedad de caza de la zona, Pena Veitureira, quienes le mostraron su disposición total a colaborar para solucionar el problema. La primera medida que adoptaron fue iniciar los trámites oportunos ante la consellería de Medio Rural encaminados esencialmente a la solicitud de batidas selectivas para controlar en parte la población de alimañas en la zona. También pedirán que aumente el cupo de caza a este Tecor hasta que el nivel de daños de las manadas de jabalíes resulte compatible con el ejercicio normal de la agricultura y la ganadería en las parroquias afectadas.

Los afectados recuerdan que los daños de los animales no solo afectan a la producción agrícola, también tienen una notable influencia en la proliferación de accidentes de tráfico como los que se están produciendo en las últimas semanas en la provincia o el que sufrió recientemente el propio presidente de la Xunta.

Desde Unións Agrarias aprovechan para recordar que la consellería de Medio Rural lleva desde el año 2009 sin pagar los daños a los afectados, excusándose en lo efectos de la crisis económica y la austeridad. El retraso está generando un notable malestar entre los agricultores afectados.