Los agentes de la Guardia Civil en el concello de A Veiga (Ourense) están más que acostumbrados a la caza furtiva y no es la primera vez que tienen que actuar contra esta práctica. Sin embargo, lo que normalmente no pasa de una infracción de la ley de caza se convirtió este sábado para dos furtivos de O Barco de Valdeorras en un delito más grave, el de atentado contra la autoridad. Además, uno de los cazadores recibió un disparo en un brazo al tratar de huir hasta en tres ocasiones de los agentes.

La Guardia Civil ya estaba investigando la presencia de furtivos en la zona y esa noche localizaron un coche sospechoso en la parroquia de Riomao, casi en el límite de los municipios de A Veiga y O Barco. Pasaba de las 23.30 horas cuando los agentes le dieron el alto al vehículo, en el que viajaban dos personas. En vez de pararse, los cazadores se dieron a la fuga y obligaron a los guardias a apartarse bruscamente para no ser atropellados.

Iniciaron entonces una persecución por la carretera comarcal que pasa por la zona hasta que volvieron a interceptarlos con su coche patrulla. Los supuestos furtivos tampoco atendieron a este segundo aviso y embistieron con su vehículo, un Land Rover, al de la Guardia Civil, poniendo de nuevo en peligro a los agentes de ser arrollados. Se inició en ese momento una nueva persecución y, por segunda vez, los guardias dieron alcance a los fugados. Estos intentaron huir de nuevo y, cuando estaban a punto de atropellar a los agentes, uno de ellos usó su arma reglamentaria. El primero de los disparos lo hizo al aire con intención de intimidar a los supuestos furtivos. Sin embargo, tampoco atendieron a esa advertencia y el guardia, según informó el instituto armado, decidió apuntar a la rueda, pero erró el disparo, que acabó hiriendo a uno de los ocupantes del vehículo, concretamente a Francisco F. F., de 44 años y vecino de O Barco. Solo entonces pudieron arrestarlo a él y a su compañero, también de la cabecera de comarca de Valdeorras, Félix A. J., de 57 años.

Orificio de entrada y de salida

Tras la detención, Francisco F. F. fue trasladado al Hospital Comarcal de Valdeorras, situado en O Barco, donde fue atendido por los médicos. La bala dejó un orificio de entrada y otro de salida y no provocó daños graves, por lo que en la mañana de ayer el supuesto furtivo recibió el alta y fue conducido al cuartel de la Guardia Civil en la villa barquense.

El instituto armado aún está investigando los hechos y después de que se produjera la detención hallaron una escopeta en una zona cercana al primer lugar en el que los agentes le dieron el alto al vehículo de los cazadores. El arma era propiedad de uno de los detenidos. Además, en el coche había sangre fresca, aunque ayer el animal supuestamente abatido aún no había sido localizado. La Guardia Civil investiga si se deshicieron de él antes de que los pararan por primera vez o en algún momento de su huida. Según parece, los supuestos furtivos estaban dedicándose a cazar jabalíes en la zona.

Francisco F.F., de 44 años, fue quien recibió el disparo. Lo acompañaba Félix A.?J., de 57. Ambos son de O Barco.

En el coche había sangre fresca, pero los agentes aún no han hallado al animal. Se cree que era un jabalí. Sí localizaron en el monte la escopeta de uno de ellos.