En el tecor societario Rías Baixas están de celebración. Especialmente su primer equipo -pandilla, como se hacen llamar en la jerga de los cazadores-, que el sábado se hizo con el subcampeonato de la Copa de España de caza de zorro celebrado en Rois. El primer premio se quedó en casa «que para algo coñecen o monte», pero a los arousanos el segundo puesto les sabe casi tan bien como el primero. Los artífices de este éxito son Juan Suárez, Carlos Lede, Carlos Falcón, los hermanos Manuel, Alberto y Jesús Señoráns, Francisco Javier Prado, Marcos Leiro, José Pérez y Martín Vilas. Todos son vecinos de Vilanova y Cambados y llevan ya cerca de cinco años compartiendo caza, dentro y fuera de los campeonatos. Dice el presidente de la sociedad, Juan Suárez, que sobre todo «o que nos une é o compañeirismo» y que su mayor motivo de satisfacción es situar el nombre del Tecor Rías Baixas en este palmarés.
Los perros, fundamentales
Llevan un lustro compartiendo equipo pero, individualmente, suman mucho más tiempo metidos en estas danzas. El más veterano es Berto, que suma ya 45 años con la escopeta al hombro y pateando los montes de O Salnés. Lobeira, Tremoedo, Sete Pías y Monte Rei son los lugares que frecuentan cuando en octubre se abre la temporada. Lo suyo es el zorro y el conejo y cuando a partir de enero se acaba la campaña se reúnen para organizar tiradas al plato y adiestrar a los perros. No es una cuestión menor. Tener un buen perro es fundamental para un cazador y los de esta pandilla son de los mejores, dicen orgullosos. De hecho Trampas, Pancho, Turbo y Gitana forman parte del equipo y ayer también tuvieron su cuota de pantalla a la hora de posar para la foto. Como todo cazador que se precie, nuestros protagonistas defienden a capa y espada la actividad cinegética. «Se non chegan a existir os cazadores, os xabaríns e os raposos comíannos», explican en alusión a la sobrepoblación que existe de estas especies en algunos montes. Pero no todos opinan del mismo modo, y el sábado tuvieron ocasión de comprobarlo. En Rois se tropezaron con los ecologistas de la organización Equanimal que ese día se desplazaron a varios puntos de Galicia para sabotear la caza de zorro. Los de Rías Baixas se los encontraron en una carretera y, según relatan, tuvieron suerte porque la Guardia Civil llegó a tiempo para garantizarles el paso. En caso contrario ya tenían preparada una estrategia: meterse con sus todoterreno por caminos que para los turismos de los ecologistas resultaban impracticables. No hizo falta y el día no pudo acabar mejor para ellos. Se cobraron dos piezas, que abatieron Martín y Marcos, lo que los situó por delante de los otros 68 equipos, con el permiso de los anfitriones. En total se mataron 40 animales.
De cena para celebrarlo
Para el año próximo volverán a competir e irán a por todas, con la vista puesta en el primer puesto. Entre tanto, lo que toca es celebrarlo y para el viernes ya han organizado una cena en el Santa Marta, el café situado en Pontearnelas que les sirve habitualmente de punto de encuentro. ¿Y cómo lleva la familia esta afición que les ocupa las mañanas de jueves, domingos y festivos?, preguntamos. «Uy, depende», dicen entre risas. Aunque alguno tiene su particular receta. «Hai que traballalas. Levas á muller o sábado a Zara e o domingo xa non che di nada». Salvado este escollo, ¿el dinero es un problema?, seguimos indagando. «Entre seguro, licencia, coto, cans e munición non baixas dos mil euros».
Es el triunfo más importante de la sociedad de caza Rías Baixas en su historia
El año próximo repetirán con la idea de hacerse con el primer premio
Los arousanos pudieron eludir a los ecologistas que trataban de sabotearlos |
