Y si no lo encuentran, lo husmean y no paran de excavar en la tierra con su hocico hasta llegar al manjar. Especialmente atractivas les resultan las cosechas de los humanos, sobre todo en esta época, cuando la planta de las patatas empieza a brotar.

El jabalí, de hecho, está incluido en la lista de las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Este animal casi no ve, pero tiene un olfato infalible, y se ha convertido en una pesadilla para los ferrolanos no urbanitas, de momento.

Tanto es así que es una de las cuestiones del momento que más preocupa a la coordinadora de asociaciones de vecinos de la zona rural de Ferrol. Así lo corrobora su presidente, José Lage Bañobre, quien habla de «problema gravísimo porque afecta a toda la zona rural». Hace unos días pusieron sobre la mesa la destrucción de cosechas a manos de los jabalíes que viven en los montes ferrolano durante una reunión con el concejal de Zona Rural, José Polo. La coordinadora solicitó el apoyo del Concello para que la Xunta dé más facilidades para poder llevar a cabo batidas y reducir la población de jabalíes.

Problemas en aumento

Lage opina que si no se intensifica la caza de estos mamíferos salvajes los problemas de convivencia con ellos irán en aumento.

Manuel Varela, de la asociación de vecinos de San Xurxo, explicó que hace unos meses fueron autorizados a realizar una batida con un tope de cuatro animales. Durante las semanas siguientes dejaron de molestar, pero han vuelto a las andadas, apuntó Varela, quien destacó que «non é fácil que nos dean permiso para máis batidas».