Revista de Prensa


La Federación Galega de Caza (FGC) considera que los niveles de seguridad en la práctica de este deporte son «muy altos», a pesar de que este fin de semana fallecieron dos jóvenes por disparos en sendos accidentes.
· 19/11/2012

Así, al menos, lo considera el secretario general de la FGC, David Romero Albores, quien en declaraciones a EFE recordó que en los últimos cinco años se habían registrado otros dos accidentes mortales, uno en año 2010 y otro en 2011.

En el caso actual, las dos muertes se produjeron en la jornada de ayer, uno en la localidad pontevedresa de Silleda, por disparo de un compañero de batida, y el segundo en el municipio lucense de Vilalba, en que falleció un cazador por disparo accidental de su propia escopeta.

El portavoz federativo explicó que, a pesar de lo doloroso de las circunstancias, que afectaron a dos cazadores jóvenes, cada fin de semana suben al monte cerca de 50.000 deportistas, por lo que es muy difícil llegar al objetivo de cero accidentes.

Romero Albores insistió en que la caza en Galicia y en el conjunto de España es «un deporte seguro» y la federación tiene como prioridad la divulgación de recomendaciones de precaución y seguridad, entre las que destacó el uso del chaleco, mantener el seguro instalado hasta que se vea la pieza y no disparar sin verla.

Por las informaciones de las que dispone la federación, ambos accidentes pudieron tener como causa el incumplimiento de alguna de estas recomendaciones, así como la especial dificultad que presenta la abundante vegetación y la orografía gallegas.

Preguntado si estos accidentes podrían llevar a un replanteamiento de las medidas de seguridad, dijo que no es necesario, sino que deben servir para insistir en ellas y para que se cumplan sin olvidar nunca el riesgo que supone siempre tener un arma de fuego en las manos. «No podemos relajarnos en ningún momento», reiteró.