Revista de Prensa


La temporada de caza menor comienza el domingo con expectativas dispares según el coto, y con un nuevo descenso en el número de aficionados en O Salnés. Sociedades de caza como las de Ribadumia y Meaño atribuyen la pérdida de licencias a la crisis económica y al poco interés de los jóvenes por la actividad cinegética, mientras que en Armenteira sí notan un repunte de socios.
A. Martinez · 16/10/2013

"Este año tenemos media docena de altas", explica el presidente de esta última sociedad, Juan José Millán. Según él hay dos factores que explican la situación. "Por una parte tenemos un monte muy bueno para la caza. La prueba es que tenemos quince invitaciones de temporada y nos llaman de muchos sitios de fuera, hasta de A Estrada y Cuntis, para poder cazar aquí". Por otra parte, alude al relevo generacional y a la llegada de jóvenes. De hecho, en su club hay un directivo que es nieto e hijo de cazadores en activo.

Pero el panorama es distinto en Meaño y Ribadumia. Rafael Otero, de Corazón do Salnés (Meaño) vincula la pérdida de escopetas a la crisis. "Aunque nuestra cuota solo es de 100 euros al año hay gente que está sin trabajo que tiene que renunciar a las aficiones". En lo que va de año perdieron algo más de media docena de socios.

En el coto de Ribadumia-O Salnés el descenso fue similar. El presidente de la sociedad, Lino Domínguez, lo vincula con la falta de interés de los jóvenes, pero también con la situación económica "porque entre la licencia, el seguro, la munición y mantener dos perros se pueden gastar unos 500 euros al año".

En 2000 la Xunta de Galicia había expedido unas 1.700 licencias de caza en O Salnés, pero en la actualidad apenas rondan el millar. En Armenteira cuentan con 80 socios, en Ribadumia con 60 -y tienen una pérdida anual del 10 por ciento- y en Meaño rondan los 50. Unas cifras que en algunos casos pueden complicar la existencia de las sociedades, que sobreviven fundamentalmente gracias a las aportaciones económicas de los cazadores. Por municipios donde más hay es Vilagarcía (unos 300), seguido de Sanxenxo (unos 180), y Meis, Vilanova y Valga, que rondan los 120 en los tres casos. En Cambados el número de licencias expedidas por la Xunta de Galicia se sitúa en torno al centenar.

Conejo y faisán

En lo que respecta a las expectativas para la próxima campaña, Lino Domínguez, de Ribadumia, es quien se muestra inicialmente más optimista. "Nosotros tenemos conejo y faisán, y se ven bastantes ejemplares de ambos". Además, plantea que en sus terrenos "no ha habido brotes ni de enfermedad vírica ni de mixomatosis", que en otras parroquias sí ha diezmado considerablemente las poblaciones de conejo.

"Hace dos meses sí que había mucha caza -sostiene Juan José Millán, de Armenteira-, pero desde hace dos o tres semanas la hemorragia vírica ha matado mucho conejo". En su coto también tienen perdiz, "aunque poca", y zorro, que según Millán sí es muy abundante.

Finalmente, el meañés Rafael Otero declara que "está siendo un año muy complicado", y que las expectativas "son regulares porque han muerto muchísimos conejos".

La temporada empieza el día 20 (domingo), aunque los aficionados a la caza ya llevan tiempo en el monte, puesto que en verano se permitieron las primeras batidas de jabalí. Otros cazadores también se hacen socios de cotos de fuera de Galicia, aunque en ese caso los gastos se disparan considerablemente.