Revista de Prensa


El vecino de Guntín que lo alcanzó a la altura del cuello está hundido, según sus amigos
· 15/12/2008

Los restos mortales de Domingo Antonio Cabaleiro, el cazador que perdió la vida el pasado sábado en un accidente de caza, recibieron ayer sepultura en el cementerio parroquial de Santa María de Bóveda, una vez concluyeron los oficios religiosos, que comenzaron a las 16.00 horas.

Domingo Antonio Cabaleiro, de 55 años de edad, falleció a causa de un disparo fortuito, que lo alcanzó a la altura del cuello, cuando participaba en una batida de jabalí en el lugar de Carballido.

Según el testimonio del jefe de la cuadrilla, el fallecido se movió unos treinta metros del sitio que le habían asignado en la batida, por lo que el cazador que efectuó el disparo no pudo verlo. Aunque se desplazaron hasta ese lugar efectivos del 061, no pudieron hacer nada por su vida.

La persona que supuestamente efectuó el disparo mortal es un vecino del municipio de Guntín, S.R.G, de 61 años de edad, que está literalmente "hundido", según destacó ayer el presidente del Terreno Cinegéticamente Organizado (Tecor) de Carballido, Agustín Pérez Batallón, que también achacó lo sucedido a "un error fatal".