Revista de Prensa


Aunque la temporada de caza ya concluyó hace semanas, los deportistas lalinenses aprovecharon la mañana de ayer para conversar sobre su actividad preferida y para hacer balance del período cinegético.
Alfonso Loño · 9/3/2009

En torno a 200 personas acudió a la fiesta de los cazadores y pescadores organizada por la entidad que preside Luis Nistal, en la que, además de discutir sobre estas dos disciplinas, el público pudo tomar parte en las distintas actividades que se promovieron durante buena parte de la mañana en los montes de Alemparte. Antes de las diez de la mañana llegaron los primeros asistentes para presenciar el campeonato de perros de rastro de jabalí, la primera prueba que se llevó a cabo y que fue seguida por numerosos cazadores, que se centraron en las evoluciones de los canes en el monte. Posteriormente, la organización preparó una demostración de perros de muestra sobre palomas y perdices en las que los animales realizaron los tiempos habituales en esta práctica, atendiendo a las órdenes de sus propietarios. Y a continuación se preparó una prueba de cetrería, empleando también palomas y perdices; una disciplina poco extendida en esta comarca pero muy vistosa para el público y que alguno de los cazadores pudo ver por primera vez. También resultó espectacular el recorrido de caza con arco que se hizo en un tramo de monte y en el que la destreza con esta primitiva arma suple la contundencia de la pólvora de las armas de fuego.
Comida
Al concluir estas actividades cinegéticas, cazadores y pescadores acudieron a la misa en honor a San Huberto, en torno a las dos de la tarde y poco después comenzó la concurrida comida de confraternidad en las carpas instaladas en Alemparte.