Revista de Prensa


El agolense Manuel Ramos reitera la denuncia del ataque contante

· 9/11/2017

El día 30 pasado le entraron los jabalíes al prado. El día 1 de noviembre arreglo la tierra, resembró hierba «deixando de ir a Feira de Monterroso como tiña planeado», explica el ganadero Miguel ramos de Órrea en Agolada, el ganadero seguramente con mayor incidencia de ataques de jabalíes a sus prados. «Desde o día 30 viñeron continuamente. Van facendo pequenos destrozos pero un día si e outro tamén»,

Incapaz de poner remedio desde siempre ahora ya apenas consigue intimidarlos con perros y personalmente. «O 31 a noite abrinlle o cancelo os cans e arrepúsxoselles e salin eu e a familia e viñanse a nos, costoume botalos fora», asegura. La acción se produjo a las diez de la noche y con una linterna para poder moverse y expulsarlos de la finca lindante con l a casa.

No funciona siquiera la defensa de los cazadores. «Mataron vairos nas últimas semanas pero non se trata de catro animales, hai moitísimos e habería que reducir o seu censo», dice y, además, tiene explicación para sentirse el único atacado en la zona. Nadie tiene prados cerca y «solo comen nos que hai, nos meus» .

Además alerta de otro problema estructural y administrativo que no consigue entender por incongruente. Su propiedad está en zona del coto de Pena Cuntín y linda casi con el coto de Bretaña. Los animales comen en un coto y escapan a los cazadores para el otro donde no pueden seguirlos. Pero en el caso de que actúen lo otros cazadores en el coto de Bretaña «o jabalí escóndese nunha zona de refuxio que hai nese coto», relata el ganadero que esta convencido de que «son eu quen os esta cebando, están no lado de ala e cando teñen fame veñen para o meu prado».

Ramos ya no quería denunciar, pero cambio de idea. Vuelve a hacerlo y en pocos días lleva dos denuncias de daños. Xa que non fan nada polo menos que se enteren do que ocurre», dice.

«Xa non é cousa de risa»

Asegura que la respuesta que le dan los agentes es que pueden ir a levantar atestado para denunciar al Tecor. «Eu no teño nada cos cazadores, eles fan deporte, non me meto», razona y al tiempo asegura que ya no le queda humor para llevar el asunto, «creo que xa non é cousa de risa, algo deberían facer»..