También se iban a llevar a cabo allí plantaciones experimentales de trigo. Y un estudio científico que determinase la mejor manera de reimplantar el conejo en los montes gallegos.
Los portavoces de la Diputación insistieron ayer en que no tienen ni idea de en qué quedaron todos aquellos planes, igual que tampoco saben qué pintan unos jabalíes en la finca. Ellos se escudan en que la Diputación la dirigía el PP cuando el centro abrió, pero admiten que en los tres años que llevan gobernando en San Marcos tampoco han logrado averiguar gran cosa. Miguel Sotuela dice que una vez tomada la decisión de intervenir en el pazo vistas «as alarmas que se sucedían» sobre lo que podía estar pasando con su gestión, ahora toca determinar el estado real de las cosas y las responsabilidades a las que hubiera lugar, pero también hay que pensar un futuro para Tor. Sotuela insinuó que retomarán el proyecto del centro revisando su espíritu original. También prometió arreglar los destrozados caminos de la finca.