Revista de Prensa


Un total de 2.509 cazadores federados de las comarcas de Bergantiños, Soneira y Fisterra, además de Cerceda (casi un tercio de todos los que hay en la provincia coruñesa) son los que pueden salir hoy de caza por los montes de la zona. Todos los terrenos cinegéticamente ordenados (antiguos cotos, palabra que la mayoría sigue usando) suman algo más de 145.000 hectáreas de terreno, aunque cada uno solo puede cazar en el propio, salvo que acuda por invitación (aunque hay un cupo) o vaya a un a zona de caza permanente (solo hay tres en la comarca, y se usan más fuera de temporada).
· 18/10/2009

Lo que se van a encontrar los cazadores a primera hora de la mañana, además del cielo abierto y mucho frío, es abundancia de conejo. Ha habido años mejores y peores, pero los presidentes de los veinte tecores de la zona coinciden en que es la especie que más abunda, y con diferencia. Es cierto que hay algunas zonas en las que ha habido problemas, pero aún así el número de ejemplares se mantiene elevado.

A partir de ahí, ya hay mucha variación; en unos lugares abunda el faisán y en otros no se le conoce ni por las fotos; la liebre está en veda en muchas demarcaciones, y en otras se ha dado bien. El zorro se aparece con insistencia en buena parte del territorio, pero en otra debe de haberse dado de baja... Es lo habitual en los comentarios previos a la caza, pero también los frutos de unos planes de conservación y repoblación que en algunos sitios se han hecho mejor que en otros, teniendo en cuenta que la orografía también determina las especies. Allí donde el monte se ha ido abandonando o el maíz ha ganado las leiras, hay jabalíes fijos. Sin trigo, avena o centeno, que nadie espere muchas perdices (las codornices son ciencia ficción). Al final, todo va como en la feria.