Revista de Prensa


S. Lorenzo · 29/7/2010

El presidente de la Xunta se zambulló ayer de lleno en un debate que, como él mismo asumió, no parece llamado a alterar el pulso de la sociedad gallega. Interpelado en una comparecencia de prensa por la prohibición de las corridas taurinas por parte del Parlamento catalán, Feijoo consideró oportuno contraponer ese festejo con una actividad que tiene más predicamento en Galicia, como la caza. «Cuando un hombre se enfrenta a un toro y pone en peligro su vida, tiene un poco más de mérito que cuando un hombre coge una escopeta y mata un animal», sentenció.

Feijoo, que pidió respeto y libertad por igual para partidarios y detractores de los toros, tuvo un desliz con el origen del malagueño universal, Pablo Picasso, al buscar en el genio referencias con las que arropar sus argumentos. «Cuando se revisa la pinacoteca de Picasso se advierten bastantes asuntos de tauromaquia. No sé si el señor Picasso era catalán, pero creo que sí».