Revista de Prensa


· 2/3/2008

Uno de los aspectos de la ley de prevención de incendios, aprobada el año pasado, que genera más dudas es el referente a su repercusión en la práctica de la caza. En este sentido, los dos técnicos de la Consellería de Medio Rural aclararon ayer que, incluso en los meses de alto riesgo se puede practicar la caza.

Los jefes de servicio matizaron que cuando la consellería lo considere oportuno puede imponer alguna limitación a la caza por el riesgo de incendios, pero será siempre excepcional y para casos específicos. Como ejemplo, recordaron que el año pasado no fue decretada ninguna prohibición.

Según lo señalado ayer, Lugo tiene zonas consideradas de alto riesgo de incendios que afectan a una veintena de municipios. El mapa fue elaborado teniendo en cuenta las estadísticas de los incendios contabilizados durante los años anteriores.

A tenor de estos datos, no hay una parte de la provincia que destaque y las características de los municipios que tienen esa calificación son muy dispares. Así, junto a concellos de montaña y muy boscosos, como Cervantes, figuran otros de transición, como Quiroga o Ribas de Sil, y otros de comarcas más llanas como Friol o Palas de Rei.

Técnicos y presidentes de los tecores se refirieron al problema del despoblamiento de los núcleos rurales. El abandono provoca la invasión de campos y caminos por la maleza.