Es incierto que en la Costa da Morte exista una superpoblación de lobos y jabalíes, tal y como denuncian muchos labradores y como esgrimen algunos cazadores para aumentar la cantidad de batidas. Al menos eso es lo que se desprende de los datos facilitados por la Consellería de Medio Rural, en los que se aprecia un sensible descenso en el número de ataques reseñados. Hay que tener en cuenta que no todos los afectados presentan denuncias porque, generalmente, eso implica un largo proceso burocrático que en demasiadas ocasiones acaba en nada, pero las cifras sirven como indicativo de cuál es la realidad en los montes de la comarca. Y estos valores señalan que los daños en las plantaciones y las cabañas ganaderas se han reducido alrededor de una tercera parte durante el último año.
El agente medioambiental con más experiencia y responsabilidad en la zona confirma las impresiones que apuntan los datos. «Hai xabaríns en zonas concretas pero non é verdade que estemos a sufrir unha superpoblación, sobre todo porque se levan facendo batidas dende septembro e matáronse moitos. O que acontece é que, os cochos son os animais máis listos que temos entre nós e incluso coñecen á xente da casa. De feito algún gandeiro sementou un pouco millo en zig zag para facer a proba e atopaban os grans igual seguindo os regos, grazas ao seu gran olfato. Ademais, móvense moitísimo. Só paran quedos nun sitio na época de cría. O macho monta a femia e despois olvídase. Eses, coma un de 175 kilos que mataron en Vilela, son os que fan máis destrozos porque percorren unha morea de kilómetros. O lobo, en cambio, pode matar unha ovella aquí ou un cabalo acolá, pero para nada provoca os danos que fai o xabarín», explica el guarda, que se muestra partidario de que en la construcción de infraestructuras se tengan en cuenta las zonas de paso de estos y otros animales, para habilitar espacios adecuados y evitar el otro factor principal de pérdidas, que son los accidentes de tráfico.
Ayudas
Ayer, salieron publicadas en el Diario Oficial de Galicia las bases reguladoras de las ayudas para prevenir los ataques del lobo. Entre los artículos que se subvencionan están los pastores eléctricos, hasta un máximo de 100 euros por unidad, la adquisición de perros de raza mastín, o la construcción de vallas ovejeras con postes de madera y alambradas adecuadas. Los criterios para conceder las partidas valoran especialmente las frecuencias de los ataques en el Concello en el que está ubicada la explotación solicitante y la densidad de las poblaciones de lobos en este mismo territorio.
Con todo, como muy pocos agricultores tienen aseguradas sus cosechas y las compensaciones administrativas llegan tarde y mal, los ataques de estos animales siguen siendo un factor importante de pérdidas en las explotaciones de la comarca.