Revista de Prensa


Cooperativistas de Lalín piden batidas durante todo el año y los cazadores alegan que su colaboración no puede ser permanente
Alfonso Loño · 18/6/2011

Ya lo advirtió el presidente de la Sociedade de Caza y Pesca de Lalín cuando dijo que el control del jabalí no es un problema "de parroquias", sino que la solución pasa por que la Xunta se implique en solventar el conflicto. Cooperativistas y cazadores se reunieron ayer para avanzar en medidas de control de este animal, sobre las que se plantearon opiniones contrapuestas.

Una decena de cooperativistas; entre ellos el edil de Medio Ambiente de Lalín, Manuel Fernández, mantuvieron ayer una reunión con miembros de la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín. Encima de la mesa estaba la articulación de medidas para controlar la elevada población de jabalí en el municipio, pero del encuentro tan solo salió una propuesta; los ganaderos se comprometen a realizar desbroces para facilitar las monterías a los cazadores.

U El dirigente de la entidad deportiva local, Luis Nistal, instó a los cooperativistas a presionar ante la Xunta para que retome el plan de Aproca sobre la ordenación y aprovechamiento cinegético en Galicia. Nistal insistió que los socios han colaborado en las batidas, que comenzaron a principios de este mes, pero recordó que los cazadores no son profesionales y no garantiza que puedan intervenir en monterías durante todo el año, como propusieron los cooperativistas. Luis Nistal responsabilizó a la Xunta de este problema, por no tomarse en serio el control de esta especie de caza mayor, cuya presencia en los montes de Lalín se incrementó en los últimos tres lustros. Algunos de los presentes reprocharon al dirigente su desinterés por promover cacerías de jabalí, aunque Nistal recordó que desde que accedió a la presidencia de la sociedad se intensificaron las monterías "en un coto donde casi todos los socios son de caza menor". Dijo que en esta campaña se abatieron 180 animales y se quejó de las trabas de Medio Ambiente en las cacerías.

U Los cooperativistas apostaron por reclamar batidas todo el año, también en los refugios de fauna, algo que refrendó Nistal y el directivo Julio Mariño, pero recordaron que la normativa obliga a destinar el 10% del Tecor [unas 3.200 hectáreas] a vedados y zonas de adiestramiento. Por tanto las batidas son un remedio, pero no una solución al problema.