Revista de Prensa


La gran explanada xalleira cuenta con profundas simas por la actividad minera
M.M.O. · 11/10/2011

Uno de los paraísos de la caza menor, el entorno minero de Varilongo, en Santa Comba, sigue en el punto de mira por la peligrosidad de sus cavidades abandonadas durante la fiebre del wolframio, y que en las últimas semanas obligaban a rescatar un perro que se precipitó por una de las veinte grandes chimeneas detectadas. Desde la Sociedad de Caza Xallas siguen con sus labores de prevención, renovando la cartelería e, incluso, rodeando con alambre algunas de las cavidades más peligrosas.

Se trata de 109 hectáreas que habían saltado a los medios en el año 2003 cuando, a raíz de una de las periódicas caídas de canes en los fosos, el entonces valedor do pobo, José Ramón Vázquez Sande, reclamaba que la Consellería de Industria informase sobre el estado de la zona. Esta polémica dio argumentos al sector crítico de la sociedad de caza, cinegética local, que no tardó en cambiar a su directiva. Más tarde, en el transcurso del 2006, era decretada por la Consellería de Medio Ambiente la zona de seguridad, aunque el actual presidente, Ramón Facal, aseguraba a este semanario que la Xunta "non lle consta que Varilongo estivera acotado". La intención de la entidad es seguir trabajando para delimitar bien las zonas peligrosas de cara a prevenir accidentes.