La temporada de caza que se inicia hoy no se presenta demasiado favorable en los Tecores de O Morrazo. La peste de la mixomatosis volvió a hacer estragos entre la población de conejos. Los cazadores lo saben y no hablan nada bueno de la jornada de mañana, en cuanto al número de piezas que se podrán matar se refiere. Las repoblaciones con conejos vacunados no han servido de mucho y los adiestramientos de los perros en estos días previos han servido para confirmar las pésimas previsiones. "Non ves rastro ningún", dice un veterano cazador de Cangas que mañana saldrá a practicar este deporte pensando más en los días venideros donde acudirá a una cacería a tierras de Castilla. Y no será el único, porque son muchos los que la afición les hace irse a otras tierras.

Hace un mes que se están realizando batidas de jabalí. En el Tecor de O Morrazo (Moaña-Marín, con 230 socios y 4.300 hectáreas de extensión) se mató tan solo a un jabalí, cifra que contrasta con el número de zorros abatidos, cuatro. La población de jabalíes aumentó mucho en los últimos dos años y se hace patente en la vida cotidiana. El presidente del Tecor de O Morrazo, Manuel Piñeiro, afirma que todos los años se provocan en las carreteras que afectan al Tecor cuatro accidentes causados por estos animales. Si su captura se hace ahora más complicada es que los jabalíes huyen a las zonas bajas habitadas, se mete incluso en las playas, en lugares donde no entran los perros y los cazadores tienen prohibido actuar por una cuestión de seguridad.

La crisis no afecta a la cinegética. El número de cazadores no baja y los ingresos que Medio Ambiente consigue a través de su impuesto especial (28 euros) son apreciables. Las sociedades de cazadores de O Morrazo se quejan precisamente de los mucho que aportan a las arcas autonómicas y lo poco que reciben. "Pagamos seguros por nosotros, por los perros, el impuesto de Medio Ambiente y después tenemos que pagar por cada batida de jabalí", comenta un cazador de Bueu.

En Bueu, con un Tecor de 2.700 hectáreas y 130 socios, la mixomatosis también ha causado estragos entre la población roedora. Hay algo de esperanza con el faisán, con el que se repobló este año los montes de Bueu. Lo que ocurre es que esta operación se realizó la semana pasada, siguiendo las pautas que tenían, lo que no esperaban es que las elecciones autonómicas en Galicia se adelantaran al 21 de octubre, que era la fecha en la que estaba previsto que se abriera la veda. Así que los comicios también van a influir en la temporada de caza del faisán en Bueu, no en Cangas ni en Moaña, donde no hay faisán ni tampoco perdiz. Pero en Bueu hay esperanzas de que en lugares como Área de Bon, Udra o Lagos se pueda tirar a alguna pieza. Son zonas donde históricamente siempre ha habido mejor caza que en otras del Tecor, pero los aficionados son conscientes de que no habrá para demasiados alardes.

En Cangas (coto con 2.000 hectáreas de extensión y 110 socios) el pesimismo es abundante, aunque no por eso los cazadores van a dejar de salir mañana con sus escopetas. La mixomatosis causó estragos. No hay forma de parar esta enfermedad que en estos dos últimos años ha actuado con una alta mortandad. La referencia es Varalonga, en Darbo.. Hasta allí se dirigirán la mayoría de las escopetas. El adiestramiento de perros ha confirmado que no hay piezas ni en el Monte de A Madalena ni en el de O Castelo.