Ganaderos de la zona de Ancares atribuyen al oso la matanza de un toro que formaba parte de un grupo de reses de vacuno que pastaban por los montes de Donís y Piornedo. El hallazgo del animal se produjo en la mañana del pasado sábado.
Según explicó el propietario de la misma y también otro vecino, el toro fue atacado por la parte trasera. El depredador le arrancó la mitad de la cola y le causó lesiones entre las dos piernas. Es posible, explicaron los vecinos, que el animal presente alguna otra herida en la zona del vientre, pero no consiguieron vérsela ya que, dado su tamaño, no pudieron cambiarlo de posición. Está previsto que hoy sea recogido por una empresa.
El lugar donde estaba el ganado es conocido como Fonte da Regueira. Allí se encontraba el ejemplar atacado con doce vacas. El toro, tenía 16 meses de edad y unos quinientos kilos de peso. El propietario de las reses calcula que las vacas en algún momento trataron de defender a la res muerta, sin embargo parece que acabaron huyendo.
En la zona consideran que la matanza puede ser obra del oso toda vez que ya llevó a cabo otros ataque similares. De hecho, en la parte leonesa los ganaderos están altamente preocupados porque, dicen, en solo quince días les mató siete animales. En la demarcación lucense creen que los plantígrados que ocasionaron los daños en la otra ladera pueden ser los mismos que ahora andan por esta parte.
Los ganaderos de la pedanía lacianiega de Robles, en León, por ejemplo, están asustados porque, aseguran, los osos llegan hasta el pueblo y temen que puedan hacer daño a las personas. Han puesto en conocimiento de diversas autoridades la situación.
Algunos expertos aseguraron que los osos no suelen atacar al ganado y lo único que hacen es comer de las reses que encuentran muertas. De todos modos, los ganaderos de la zona no están de acuerdo con esta versión ni tampoco con el plan de protección de la Xunta porque, dicen, les otorga grandes restricciones a ellos en beneficio del animal.
Sin duda, el borrador del proyecto de decreto dado a conocer por el gobierno gallego el pasado mes de abril, ha generado un gran rechazo entre los propietarios de reses.
El ámbito de aplicación se extiende por 64.820 hectáreas incluyendo de forma parcial los municipios de Cervantes, Negueira, Pedrafita, O Courel, Quiroga, Triacastela y Samos.
Los ganaderos y algún sindicato ya alzaron la voz por entender que lo que pretende la Xunta solo conlleva más restricciones para las maltratadas explotaciones ganaderas y los habitantes de la zona. Ayer, un vecino indicó que el proyecto no se consensuó con los habitantes y, sobre todo recalcó que no garantiza las actividades de tipo ganadero y agrícola de quienes están afincados en la comarca. Hay vecinos que no quieren saber nada del oso y otros, por el contrario, son partidarios de su protección, sin embargo consideran que ha de compatibilizarse con la actividad de los vecinos de la zona compensándoles por las posibles pérdidas de renta que puedan tener.
Algunos expertos aseguran que los plantígrados no atacan ejemplares de gran tamaño |
