Pero, según García Mata, "nuestra intención no era hacer "ningún proyecto ilegal, solo disponer de un recinto controlado de climatización de los ciervos durante 40 días, hasta su suelta posterior en los tecores de caza, para buscar un atractivo más para el turismo", afirma. Cree que, tras las críticas del PSOE, "solo hay un intento por boicotear este proyecto y la próxima Feira Trevenatio, dedicada al mundo de la caza, que se celebrará en julio y que el PSOE suspendió durante los años que gobernó este concello, pues no son conscientes de que la caza es un recurso económico para el municipio". 

En medio de una cacería política incruenta, pero con la caza como tema de disputa -restos de una moción de censura del PP contra el gobierno socialista cuyas heridas no acaban de cicatrizar- el PSOE mantiene que la decisión de cerrar 21 hectáreas de monte para aclimatar ciervos ibéricos, se hizo sin permiso de los propietarios de los terrenos, vecinos todos ellos de la zona, a los que se les envió a semana pasa una comunicación del Concello de A Veiga, firmada por García Mata, en la que se les informaba de la decisión de vallar el recinto de O Castelo para reintroducir esta especie cinegética". 

El teniente alcalde reconoce que "hablamos "con los propietarios de unas tres hectáreas de suelo en la zona, y como no hubo otros desacuerdos, supusimos, que el resto estarían de acuerdo con algo bueno para todos pues los ciervos solo pasan en la zona 40 días para su aclimatación", afirma. "Pero el PSOE ha conseguido preocupar a los vecinos, con los que no queremos ningún enfrentamiento por eso enviamos una carta advirtiéndoles que ese vallado irá en otra zona, también próxima al embalse". 

Sin embargo el PSOE dice que esta obra se hace "por un sueño de García Mata: su obsesión, bien conocida, por la caza que le hace capaz de convertir el municipio en un coto privado". Recuerdan que el Tribunal Constitucional declaró en su día contrario a derecho el vallado del Coto de Xares, y los promotores tuvieron que retirarlo.