l domingo empieza la temporada de caza menor, y la mayoría de las sociedades de O Salnés y Ullán son pesimistas porque la principal especie cinegética de la zona, el conejo, ha sufrido el terrible embate del RHDV-N11, una nueva cepa del virus transmisor de la enfermedad hemorrágica, que ha causado la mortandad de una gran cantidad de animales.

El presidente de la sociedad de Ribadumia, Lino Domínguez afirmó ayer que "la situación es crítica puesto que hemos sufrido la nueva cepa vírica y con esta epidemia nos ha muerto entre el 80 y el 90 por ciento del conejo". Un diagnóstico que comparte con él Juan José Millán, presidente de Armenteira. "Las perspectivas son bastante flojas. En algunas zonas la enfermedad vírica ha matado prácticamente todo". Así las cosas, en algunas sociedades temen que haya que cerrar la temporada ya en diciembre -un mes antes de la clausura oficial-, como ya pasó en 2013 en algunos municipios de la provincia. El presidente de Armenteira aludió sin ir más lejos a esta posibilidad.

Procedente de Francia

La RHDV-N11 es la nueva cepa de la enfermedad vírica clásica (RHDV). Ésta última entró en España en la década de los 80, haciendo estragos en las poblaciones de conejo a partir de 1986. Con el tiempo se ha ido controlando, aunque nunca del todo. Sin embargo, los cazadores tienen ahora un nuevo enemigo en forma de una variante del virus, que se ceba principalmente con los animales jóvenes.

La nueva enfermedad procede, al parecer, de Francia, donde se localizaron los primeros casos en 2010, y en 2011 ya se produjeron muertes por RHDV-N11 en varias granjas cunícolas españolas. En 2012 la enfermedad ya estaba en el medio natural, aunque su llegada a O Salnés y otros puntos de Galicia ha sido relativamente "tardía". En Ribadumia y Armenteira, por ejemplo, vieron los primeros ejemplares muertos presumiblemente por el nuevo virus entre mayo y junio de este año, aunque Rafael Otero, que es el presidente de los cazadores de Meaño, sostiene que la mortandad ya fue elevada en 2013.

La Federación Galega de Caza también apunta que "la variante de la enfermedad hemorrágico-vírica ha mermado mucho la población del conejo", en palabras del presidente de la entidad en Pontevedra, Francisco Couselo. "Esta nueva cepa todavía es más violenta que la mixomatosis, porque esta última enfermedad es más lenta y permite a algunos conejos crear anticuerpos para defenderse de ella. Pero con la nueva enfermedad ni siquiera tienen esa posibilidad".

Los primeros casos de conejos de monte afectados se vieron en 2013, según Couselo, pero fue en meses posteriores cuando se propagó con mayor fuerza, de ahí que la federación gallega haya colgado en su página web un protocolo de actuación para los cazadores, a los que se pide que en la medida de lo posible colaboren mediante la recogida de animales muertos o enfermos, tanto para realizar un cómputo de los mismos como para proceder a su estudio en los laboratorios veterinarios. Con esta medida también se persigue reducir el riesgo de propagación a individuos sanos, pues la nueva cepa es contagiosa. La enfermedad no tiene tratamiento, aunque sí se están desarrollando vacunas.

El presidente de la federación en Pontevedra plantea a los responsables de la gestión de los territorios de caza que "hoy en día es más importante hacer las repoblaciones pensando en la calidad del conejo que en la cantidad", y apunta que es necesario tener las máximas garantías posibles de que "el conejo que venga de fuera esté bien sanitariamente" y anima a buscar los ejemplares que sean "lo más puros posible genéticamente, porque hay que descartar las razas híbridas".

De todos modos, Francisco Couselo remarca que la afección de la enfermedad no ha llegado a todas partes y que existen municipios donde las perspectivas para la inminente temporada sí son buenas. En ese caso cita a O Grove y Valga "donde por lo que nos han dicho sí que hay abundancia de conejo".