El presidente de la Federación Galega de Caza, Francisco Couselo, pide a la Xunta que permita dedicar zonas montañosas, afectadas por incendios forestales pero en las que el manto vegetal ya esté consolidado, para la repoblación de conejo silvestre con el objetivo de recuperar esta especie cuyas poblaciones están siendo mermadas por las epidemias y el ataque de los depredadores.

-¿Por qué piden permiso a la Xunta para repoblar conejos en zonas quemadas?

-Según la ley de caza en toda zona quemada, no se puede ejercer la caza ni hacer ninguna actividad sobre ella durante tres años. Solo si un técnico de Medio Rural informa favorablemente, Medio Ambiente podría autorizar para gestionar esas zonas quemadas. La gestión simplemente sería criar en biotopos conejos para su repoblación. Estamos hablando de zonas donde no hay conejo alguno, no por el quemado, sino por las enfermedades.

-¿Y por qué la Administración pone trabas a la solicitud?

-Tenemos mañana (por hoy) una reunión con el jefe territorial de Pontevedra para que nos lo explique. Solo estamos luchando contra un mal que tenemos en la provincia que se extiende por Galicia, lo que tratamos es de recuperar el conejo silvestre.

-¿Cuál es su argumento para convencer a los técnicos?

-No tenemos que convencerlos. Simplemente que vean el lugar y que informen. No pueden venir por defecto todas las solicitudes denegadas. Donde está al raso que lo denieguen nos parece bien, hay zonas donde la vegetación tarda cuatro años en regenerarse, pero hay otros terrenos donde la maleza en un año ya tiene un metro de altura.

-Pero el conejo no solo escasea en zonas quemadas, ¿hay planes para repoblar todos los montes?

-El problema del conejo es a nivel nacional, la única manera de conseguir que sobreviva y tener una población estable es a base de gestión. Donde no está quemado no hay problemas porque se hace gestión, pero donde está quemado nos prohíben las repoblaciones.

-¿Es factible la recuperación de las poblaciones?

-La enfermedad que más nos afecta es la hemorrágica vírica que cada año va mutando. Tenemos que acostumbrarnos a vivir con ella, las vacunas no son efectivas y solo nos queda hacer gestión.

-¿Pero en qué consiste esa gestión?

-En crear el hábitat más adecuado con desbroces y construcción de biotopos. También solicitamos un control de depredadores y repoblar con conejos donde va a primar más la calidad que la cantidad, con una genética lo más pura posible.

-¿Está el conejo en riesgo de desaparición de los montes?

-La naturaleza es muy sabia y a mí se me antoja imposible que desaparezca, pero que vamos a estar muy mermados y va a haber muy pocos, eso sí.