El aumento de la población de esta especie en los montes de la comarca ha sido exponencial durante la última década, según confirman varios cazadores experimentados. Y su incidencia sobre el tráfico genera cada vez más siniestros. La corpulencia de los animales, el pelaje oscuro que los hace difíciles de ver, sobre todo durante la noche, y su morfología compacta, los convierten en auténticos peligros para los automovilistas.
El último de los siniestros causados por uno de estos cerdos salvajes se produjo ayer, a las siete y diez de la mañana en Carballo. El conductor de una furgoneta Nissan Primastar, con matrícula 7723 DVL, atropelló a un ejemplar adulto en la parroquia carballesa de Artes. El transportista salió ileso pero el vehículo sufrió daños considerables en su parte frontal.
El sábado se produjo otro accidente de características muy similares en la carretera general de Lamas, en el Concello de Zas. Un vecino de Gontalde, en la parroquia de Mira, impactó con su vehículo, un Audi de color rojo, contra uno de estos animales. El accidente se produjo poco antes de las diez de la mañana.
Estos dos sucesos ya no son los primeros de este tipo que se producen en lo que llevamos de mes. El domingo 1 de marzo, se registró otro siniestro en la carretera AC-412 que une Carballo y Ordes, a la altura de la localidad de A Silva. Tampoco hubo daños personales, pero el vehículo implicado en la colisión resultó seriamente afectado.
En los tres casos, las únicas víctimas fueron los jabalíes.
No ocurrió lo mismo en el siniestro de un Volkswagen Golf, el pasado 14 de enero, junto al antiguo campo de O Balsiño, en Vimianzo. Pese al fuerte impacto y al estado en el que quedó el vehículo, el animal pudo seguir su camino con aparente normalidad.
El mes anterior, otro jabalí provocó un accidente en las proximidades de la cantera de Cerceda. En noviembre pasado se registraron otros dos incidentes similares en Berdoias y Ponteceso.
Sin embargo, no siempre se llevan los vehículos la peor parte. El pasado 29 de enero, un jabalí se adentró en la autopista A Coruña-Carballo. Para evitar que produjese algún siniestro, cuyas consecuencias podrían ser fatales, la Guardia Civil optó por abatirlo. |
