El presidente de la sociedad de caza de Marín-Moaña, Manuel Piñeiro, explicó ayer que las dos zonas donde se detectó la mortandad de los perros por veneno el pasado domingo se cerrarán a la actividad cinegética. Esta medida afectará al campo de tiro de Castiñeiras y al lugar de Caixa de Augas. Los cazadores afectados mantuvieron una reunión ayer por la noche en la que abordaron la situación creada por la carnaza envenenada en el monte y qué posible medidas adoptar. Según la idea de la directiva de este colectivo, no se cerrará la totalidad del coto, puesto que éste abarca grandes extensiones de los municipios de Marín y de Moaña. No obstante, el propio Piñeiro admitió que aún en el caso de que no se cerrasen los dos focos envenenados el pasado domingo, es muy improbable que en el plazo de un mes o mes y medio ningún aficionado se arriesgue a soltar a sus perros allí.
El balance mortal entre la cabaña canina causado por el veneno -una sustancia que todavía no ha sido definida- sigue creciendo. Ayer se supo de otro perro envenenado más, en el lugar de Predoso, también en San Tomé, y se sospechaba de otro animal más en las cercanías de Pastoriza, en la parroquia de Ardán, que también falleció el domingo. Piñeiro explicó la situación: «Hai trece cans mortos dos que temos os corpos, catro máis desaparecidos pero que damos por mortos e outro máis morto que din que puido ser envelenado». Los agentes forestales de Medio Ambiente y los propios cazadores siguieron ayer revisando el monte para intentar liberarlo cuanto antes de la carnaza mortal. En estos días han encontrado varios trozos de carne que han entregado al Seprona para que éstos puedan seguir mejor con sus investigaciones. Ayer se descubrió un caparazón de pollo dentro de la caseta del tiro, que está analizando el Seprona. Asimismo, la Guardia Civil dispone ya de un listado de los socios actuales y de los que se dieron de baja en los últimos tiempos. Desde la sociedad de caza no saben qué responder sobre quién o por qué alguien soltó los trozos de carne envenenada en el monte. Investigación en marcha Fuentes del caso señalaron que el Seprona está trabajando en varias hipótesis, sin que esté claro si los culpables tenían o no alguna relación con el colectivo morracense de cazadores. Por su parte, la Consellería de Medio Ambiente aseguró que ayer se iniciaron las autopsias de dos perros fallecidos el domingo y también de la carne vomitada por algunos de estos animales en la misma fecha. Estos ejemplares fueron entregados por la sociedad de caza a la Xunta para su análisis en el centro de recuperación de fauna salvaje de Cotorredondo y se espera que los resultados estuviesen listos de forma inminente. Uno de estos dos animales será revisado en un laboratorio especializado en Lugo. Por ora parte, los agentes forestales y los socios de la agrupación de cazadores seguirán manteniendo la vigilancia en el monte para intentar detectar dónde se hallan los cadáveres de los animales desaparecidos y si hay más perros muertos