Alrededor de ochocientos perros se dieron cita ayer en Abegondo para competir en la duodécima edición de la Feira de Cans de Caza.
Procedentes de diversos puntos de la geografía gallega, e incluso de Asturias, al campo de San Marcos se acercaron 65 jaurías, según los datos de la Concejalía de Promoción Económica. La responsable de este departamento, la edil progresista Fátima Ínsua, considera que el de Abegondo se ha convertido en uno de los mejores certámenes de perros de caza de toda Galicia, sólo superado en asistencia por los de Viveiro y Becerreá. Fátima Ínsua atribuye este éxito de público a la labor desempeñada por la Asociación de Cazadores de Abegondo, junto a los que el Ayuntamiento organiza esta cita.
Las pruebas para elegir al mejor ejemplar en cada categoría comenzaron temprano, a las 10.00 horas de la mañana. Los organizadores señalaron como requisito imprescindible para la participación que los animales contaran con toda la documentación reglamentaria, incluido el microchip. El criador de sabuesos españoles Benigno Caruncho, de Narón, volvió a casa con dos galardones bajo el brazo: el de mejor jauría de caza mayor y el de mejor ejemplar -concedido al can Toni-.
Los beagles de Manuel Vázquez, de Cerceda, se hicieron con los premios de mejor jauría y camada de caza menor.
La mejor camada de caza mayor fue la de los perros anglo-franceses de Secundino Carballo, de Cerceda, mientras que la mejor camada de cobradores fue para los labradores retriever de Javier Cadabal. En la modalidad de muestra, ganó el setter inglés Brico, criado por Alfonso González.
A pesar de las condiciones meteorológicas adversas, tres millares de personas asistieron al concurso canino que coincidió con la Feira Tradicional de San Marcos, que se celebra el segundo domingo de cada mes. Por ello, los visitantes también pudieron recorrer los puestos de venta de productos de la huerta de la comarca de As Mariñas, de queso de Abegondo y de carne y embutidos de cerdo. Las 400 raciones de degustación de callos y otras tantas de carne al caldero, que el Ayuntamiento repartió de forma gratuita, se agotaron en pocos minutos.