Eso sí, fluvial. La entidad, que gestiona la playa fluvial de Liñares, reunió en la jornada de ayer a cientos de personas en la tradicional Festa do Socio, un día pensado para que los integrantes de este numeroso colectivo de A Estrada confraternicen y disfruten de un marco natural incomparable, refrescándose en el río o a la sombra de los frondosos robles que pueblan el recinto.

Desde primera hora de la mañana los socios fueron acercándose hasta la playa fluvial para reservar un buen lugar en el que disfrutar del almuerzo con familiares y amigos. Aunque el sol no se animó a salir con decisión, la agradable temperatura permitió disfrutar del entorno, lleno de vida por la numerosa afluencia y por la animación musical, a cargo del grupo estradense Regato de Matamulleres. Esta formación acompañó a los socios de Río Ulla con su alegría ya durante la mañana, regresando por la tarde.

El presidente de esta sociedad, Miguel de la Calle, realizó una positiva valoración de la primera Festa do Socio que le tocó vivir como dirigente de Río Ulla. "Estoy francamente satisfecho", dijo, en alusión tanto al número de personas que se animaron a acudir a Liñares para esta jornada de confraternidad como al ambiente festivo.

Río Ulla reúne actualmente a 1.300 integrantes, entre los socios de caza, los de pesca y los que solo disfrutan de la playa fluvial. Aprovechando que hoy es festivo, algunos se animaron a prolongar ayer la celebración, cantando y bailando en un día pensado para compartir con la familia. Una familia muy numerosa.