iembros del Tecor Corazón do Salnés, de Meaño, y de la Guardia Civil, persiguieron el domingo durante casi tres horas a un cazador de esa misma sociedad que al parecer recorría los montes de A Queimada armado y bajo los efectos del alcohol. T. E. M. C., vecino de la zona que hace años habría presidido ese colectivo de caza, tuvo que entregar su escopeta, y contra él se han abierto diligencias por el suceso, registrado en el entorno de un conocido mirador que frecuentan un buen número de senderistas.
Alrededor de las cuatro y media de la tarde del domingo varios cazadores que recorrían los montes de Meaño se toparon con un compañero de afición, y miembro del mismo Tecor Corazón do Salnés, que aparentemente se encontraba bajo los efectos del alcohol. La sospecha fue inmediatamente puesta en conocimiento del guardia del coto, que acto seguido comenzó a recorrer la zona para localizar al presunto negligente.
Según han asegurado testigos presenciales, T. E. M. C. trató de evitar ser identificado escabulléndose y escondiéndose en el bosque, por lo que ante lo infructuoso de la persecución, desde el tecor requirieron la presencia de la Guardia Civil.
La búsqueda duró más de dos horas, y no fue hasta casi las siete de la tarde, cuando ya se había hecho totalmente de noche, cuando agentes y cazadores consiguieron dar con el hombre, identificarle y practicarle la prueba de alcoholemia, que pese al tiempo transcurrido dio positivo.
El arma que portaba T. E. M. C., vecino de Meaño que ronda los 60 años de edad, le fue inmediatamente retirada. Y aunque está por ver el rumbo que toman las diligencias iniciadas por la Guardia Civil de Sanxenxo, también podría perder la licencia para utilizar su escopeta.
El estado de embriaguez en el que al parecer se encontraba este cazador obligó a los agentes de la Guardia Civil a permanecer con él hasta que se encontró en condiciones de conducir su vehículo para marcharse.
Vecinos y socios del Tecor Corazón de Meaño mostraban ayer su estupefacción por la gravedad de lo sucedido. Episodio que, pese a todo, no ha cogido por sorpresa a la sociedad de caza, donde ya tenían conocimiento de otros sucesos similares protagonizados por el mismo hombre. La zona en la que se desarrollaron los hechos se ubica en las inmediaciones del mirador de A Queimada, que además de cazadores frecuentan vecinos y visitantes para pasear. La zona forestal está a medio kilómetro del lugar de Broullón, perteneciente a la parroquia meañesa de Xil. |
